La Subdelegación del Gobierno en Málaga fija en un centenar el número de inmigrantes llegados a primera hora de esta mañana al puerto de la capital que están pendientes de desembarcar. Con el fin de evitar que pasen esta noche a la intemperie, a la espera de que sean trasladados a San Roque, el organismo mantiene gestiones con la Autoridad Portuaria para poder emplazarlos de manera temporal en la Casa de Botes.

Este grupo de personas forma parte de los 360 inmigrantes que, según los últimos datos de la Subdelegación, han llegado alrededor de las 06:00 al puerto de la ciudad. La cifra contrasta con la que hoy mismo ha aportado el Ayuntamiento, que hablaba de 469 y que situaba la llegada masiva en la pasada noche.

Esta circunstancia ha motivado que el concejal de Derechos Sociales, Raúl Jiménez, denunciase “la imprevisión, descoordinación y falta de medios” del Gobierno central en la recepción y atención de estos inmigrantes. El edil ha reiterado el compromiso municipal para colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero ha exigido “lealtad institucional, previsión y coordinación al Gobierno”.

“No es de recibo mantener un discurso público y, en paralelo, permitir que más de 200 personas estén pasando hambre y frío en una embarcación de la que aún no han podido descender”, ha lamentado. La queja municipal también afecta a la Junta. Sobre ello, el comunicado remitido señala que la Administración regional fue requerida por Cruz Roja para abrir las puertas del polideportivo de Carranque, “pero se negó a hacerlo”. 

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, ha negado descoordinación en la recepción y atención de estos inmigrantes y ha pedido "lealtad y colaboración" a todas las administraciones. En este sentido, ha confiado en que este asunto "no se convierta por cercanía de fechas de nada en una gresca política". "Lo primero es coordinarse", ha destacado la subdelegada, al tiempo que ha pedido colaboración; "no voy a entrar en un pim, pam, pum con declaraciones de otra administración, ya que con la migración "lo primero es coordinarse más que contestar o rebatir".