La labor que realiza la Guardia Civil se extiende mucho más allá del control del tráfico o de las fronteras. Sus tareas se centran en la vigilancia y en el aumento de la seguridad para que los ciudadanos vivan en un entorno tranquilo. Por ello, este cuerpo de seguridad quiso ayer dar a conocer su trabajo en una jornada lúdica que se celebró en el parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena. Un evento que cumple su segunda edición y que se celebra con motivo de la patrona de este cuerpo, la Virgen del Pilar.

A las 11:00 el veterano centro de ocio de Arroyo de la Miel abrió sus puertas. A esa hora cientos de personas, sobre todo niños, se agolpaban en la entrada para disfrutar de un completo programa de actividades que sirvió para teñir de verde "Benemérita" este complejo. Y es que en el lugar se dieron cita más de un centenar de agentes que no tuvieron ningún tipo de reparo a la hora de explicar y demostrar en qué consiste el duro trabajo que desarrollan cada día y casi en la sombra.

Nada más entrar, los niños se podían montar en los vehículos del cuerpo que se habían instalado junto a la puerta. Un quad y una moto de tráfico hicieron que por unos momentos los más pequeños de la casa se sintieran como verdaderos agentes de la ley. "Mi hijo sólo tiene cuatro años y al entrar ha visto la moto y lo primero que me ha dicho es que se quiere montar para perseguir a los malos. Creo que ya tiene claro lo que va a ser de mayor", explicaba Jaime Aragón, uno de los asistentes.

Pero esta actividad fue sólo una de las muchas que se desarrollaron a lo largo del día. En la plaza de España se colocaron varios puestos para que los asistentes pudieran conocer los entresijos de las distintas unidades; desde la desactivación de explosivos hasta las caninas, pasando por la unidad de criminalística y un taller donde se tomaban las huellas dactilares. Uno de los momentos más espectaculares se vivió cuando desde la torre de caída libre del centro se realizó un rescate de altura a sesenta metros, un simulacro que corrió a cargo de los agentes especializados en montaña.

Apenas una hora después se organizaron dos exhibiciones distintas que arrancaron los aplausos de los asistentes; un control de tráfico con perros y un simulacro de secuestro. Por suerte, los "delincuentes" fueron detenidos por los agentes, que de forma totalmente sincronizada solventaron el problema en pocos minutos.