TANTO en la vida como en la política las circunstancias mandan. Y Javier Arenas no las tenía todas consigo a la hora de apostar por que Francisco de la Torre fuese de nuevo el candidato ideal del PP en las elecciones municipales de 2011. Sobre todo porque el presidente popular andaluz ha dicho en público que su triunfo en las autonómicas del año siguiente pasaría por una victoria en todas las capitales andaluzas el año anterior.

Pero hace unos meses la encuesta encargada por el partido despejó todas las dudas al otorgarle dos concejales más que los de ahora. Incluso alguno en el PP barajó la posibilidad de ocultarle al regidor el resultado del muestreo, para que no se creciera en demasía, pero finalmente no lo hicieron. El caso es que desde entonces tanto Arenas como Bendodo no ven otro candidato posible y el alcalde está más entregado al partido que nunca y al propio Javier Arenas, al que ha prometido ayuda en todo lo que pueda para que alcance su propósito de llegar al Gobierno andaluz en 2012.

Otra cosa es la candidatura. De la Torre hizo lo que quiso con la lista en los últimos comicios, incluso en la reunión con los representantes del partido se permitió sacar él el papel con los nombres de los candidatos y el orden. Algo impensable, porque esa tarea la maneja el partido. Ni siquiera Celia Villalobos se atrevió a un desafío similar. Cuando se reunía con los dirigentes del partido para hablar de aspirantes exigía un lugar neutral para los encuentros, pero el papel con los nombres para negociar lo portaba el representante del partido.

Será Elías Bendodo el que tenga que lidiar en su momento con ese cáliz. Pero desde luego en el PP piensan que es inconcebible presentarse a otras elecciones con una candidatura tan floja como la que ahora gobierna la ciudad, so pena de entregarle al PSOE la mayoría absoluta en bandeja en los siguientes comicios. Confían en que Bendodo, a diferencia de lo que sucedió con el anterior presidente Joaquín Ramírez, que aceptó las exigencias del alcalde para que no hubiera problemas en su puesto de número 2, como aspirante a Diputación, sí hará prevalecer otros criterios distintos al de los compromisos del actual regidor.

trillo vuelve al frente

Tras unos meses de exilio itinerante por distintos organismos autonómicos, en lo que parecía un castigo en toda regla de la dirección provincial socialista por no callarse jamás, el ex delegado de Medio Ambiente de la Junta Ignacio Trillo vuelve a ocupar un cargo. Se ocupará de las políticas de Empleo en el área metropolitana de Málaga, una figura que ha creado el delegado del ramo, Juan Carlos Lomeña, para luchar contra el paro de forma más cercana al ciudadano. Los enemigos de Trillo lamentaban su buena estrella. El mismo día que el BOJA anunciaba su nombramiento el desempleo bajó. Por primera vez en trece meses. Aunque quienes piensen que el cargo socialista dejará de poner el dedo en la llaga se equivocan. Ni lo hizo antes ni lo hará ahora. Pero es bueno que los partidos tengan su particular Pepito Grillo. Aunque sea muy pesado.