Málaga

Cárcel por la muerte de cinco gatos de su vecina con bolitas de carne envenenada

  • Murieron por un fallo circulatorio y otros tres salvaron la vida, aunque con graves secuelas

El Juzgado de lo Penal número 2 de Málaga ha condenado a dos personas, un hombre y una mujer, a una pena de ocho meses de prisión a cada una por la muerte de cinco gatos de su vecina, tras arrojar bolas de carne envenenadas por encima del muro que separaba ambas viviendas.

Los hechos sucedieron en marzo de 2011 en Málaga. Según la sentencia, los acusados se pusieron de acuerdo "con la finalidad de dar muerte a los gatos existentes en la vivienda colindante", por lo que "arrojaron las bolitas de carne cruda envenenada".

Los condenados lanzaban las bolitas desde una vivienda al jardín de la dueña

Como consecuencia de esto, dice la resolución, escasos instantes después se produjo la intoxicación de tres gatos, aunque no murieron porque su dueña intervino rápidamente, practicándoles un lavado de estómago y trasladándolos al veterinario, aunque le han quedado secuelas de por vida, como tomar medicación. No obstante, sí se declara probado que los acusados utilizando el mismo procedimiento causaron el fallecimiento de dos felinos en el jardín de la propietaria, muerte que se produjo por un fallo circulatorio y metabólico "compatible con la acción de un tóxico", según la resolución.

Otro gato sufrió síntomas compatibles con haber ingerido una sustancia tóxica y tras ser hospitalizado también falleció, al igual que otros dos felinos que presentaron los mismos síntomas de intoxicación y murieron.

Por estos hechos, se condena a ambas personas por un delito de maltrato animal, imponiéndole a cada una la pena de ocho meses de prisión y la inhabilitación durante un año para oficio o profesión que tenga relación con los animales. Además, deberán indemnizar a la propietaria por los gastos médicos que se determinen.

Por otro lado, la semana pasada también se conoció que el fiscal de Medio Ambiente se había opuesto a que se suspenda la pena impuesta al empleado de la protectora Parque Animal de Torremolinos, que fue condenado a un año de cárcel por maltrato animal e intrusismo por el sacrificio masivo de perros y gatos en el centro, por la gravedad de los hechos. Es la primera vez en España que un juez dicta prisión por maltrato animal con una pena inferior a los dos años, según el presidente de la asociación.

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