Málaga

Compromiso para impulsar la tercera planta de la capital

  • La consejera de Medio Ambiente dice que se está redactando un nuevo proyecto y que pedirá reunirse con el Ayuntamiento

La depuradora del Bajo Guadalhorce, que supondrá la tercera de la capital malagueña y que aglutinará las aguas residuales de otros municipios de los alrededores, parece que verá finalmente la luz. Es, al menos, a lo que se comprometió ayer la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, que aseguró que se está terminando la redacción del proyecto que la Junta de Andalucía tiene previsto presentar al Ayuntamiento de Málaga "en breve" para alcanzar el consenso necesario que permitirá impulsar este proyecto que acumula un retraso de más de siete años.

Hace menos de un año que el propio Gobierno andaluz reconoció que no había dinero para realizar esa obra a corto o medio plazo y que en su lugar se iban a empezar a construir dos colectores que llevarán las aguas residuales de Cártama y Alhaurín el Grande, que siguen sin depurar, hasta la actual planta del Guadalhorce que gestiona la Empresa Municipal de Aguas (Emasa).

Unos cuatro millones de euros tenía previsto destinar a la Junta a esa obra, más una cantidad similar que está previsto que se invierta en las expropiaciones de los terrenos por los que discurren, para paliar sólo en parte la falta de depuración de la zona y que se encontró con el rechazo de Emasa que alegó la saturación de su depuradora.

Ayer la consejera sorprendió con sus declaraciones puesto que aseguró que el Gobierno autonómico está dispuesto a asumir su inversión "si el Ayuntamiento pone a disposición los terrenos libres de carga y se hace cargo de su gestión posterior". Pero primero, dijo, se deberá terminar el proyecto "para adaptar la planta a las necesidades reales", para acto seguido proponer una reunión al Consistorio malagueño.

Pero el proyecto de la tercera depuradora de la capital ya estaba redactado desde hace más de dos años e incluso presupuestado en cerca de 24 millones de euros, que financiarían entre la Consejería de Medio Ambiente y los municipios beneficiados. La nueva planta tendría capacidad para tratar las aguas residuales que produzcan alrededor de 400.000 personas de la zona norte de Málaga y los dos municipios del Guadalhorce. En total, unos 100.000 metros cúbicos al día.

El Ayuntamiento de Málaga llegó a reservar incluso en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) una parcela de alrededor de 40 hectáreas, entre el aeropuerto malagueño y el límite con el municipio de Alhaurín de la Torre, para construir esta nueva depuradora . Y es que pese a la gran cantidad de población que concentra, sólo la capital, Torremolinos y Alhaurín de la Torre están depurando sus aguas en todo el área metropolitana. El resto sigue a la espera de la terminación de la futura estación depuradora del norte, que fue incluida en las 47 obras de interés autonómico decretada por la Junta hace años.

La situación de esta zona es especialmente deficitaria dado que Alhaurín el Grande (22.785 habitantes), Coín (21.484 habitantes) y Cártama (20.436 habitantes) vierten sus aguas directamente sin depurar y la de sus núcleos a los cauces del río Guadalhorce y de su afluente, el río Fahala, de los que en parte se abastecen la capital.

Hace más de siete años que la Junta de Andalucía y los alcaldes de Málaga y la comarca del Guadalhorce se comprometieron a impulsar la construcción de la que esta depuradora mediante el protocolo de colaboración que suscribieron en agosto de 2006 para crear el Consorcio Provincial de Aguas de Málaga y el Bajo del Guadalhorce que se encargaría de gestionarla. Pero la disolución de aquel gran pacto por discrepancias políticas echaron por tierra esa posibilidad.

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