Hacía poco más de una hora que el director ejecutivo de Greenpeace España, Juan López de Uralde, había sido liberado con cargos a la espera de juicio después de tres semanas encarcelado por desplegar una pancarta contra la cumbre internacional sobre cambio climático en Copenhague, pero alrededor de medio centenar de personas quisieron mostrarle todo su apoyo en una concentración celebrada frente a la sede del Consulado de Dinamarca en la capital malagueña.

En silencio y portando una vela encendida fue la manera en la que la organización no gubernamental pidió a sus simpatizantes que acudieran a este acto simbólico que puso fin ayer al cautiverio de sus cuatro activistas.

Alivio y alegría se respiraban entre los asistentes a la concentración convocada por Greenpeace en 20 ciudades españolas. Pero también indignación por lo ocurrido. Mamen Borrego, voluntaria de la ONG en Málaga, considera que la decisión de encarcelar a sus compañeros durante tanto tiempo ha sido "desproporcionada" cuando lo que hizo "fue expresar lo que todo el mundo pensaba y es que la cumbre fue un fracaso absoluto".

Aún así, satisfacción por su liberación después de que le llegaran noticias vía telefónica de que Juan López de Uralde se encontraba ya celebrando su liberación a bordo del Rainbow Warrior, el buque insignia de la organización ecologista que aún estaba atracado en el puerto de Copenhague.

Lamentable fue el calificativo que empleó Dietmar Hager, otro miembro de Greenpeace concentrado ayer en Málaga, para referirse al trato recibido por parte de sus compañeros tras la cumbre internacional de cambio climático celebrada el pasado mes de diciembre en la capital danesa. En su opinión, podrían haber sido detenidos "pero en otras condiciones y sin ser tratados como auténticos criminales o terroristas".

Según el coordinador local de Ecologistas en Acción en Málaga, Salvador Arijo, todo se ha debido a "una maniobra para enmarcarar el fracaso de la cumbre y el escaparate mediático que los líderes políticos protagonizaron como actores cargados de buenas intenciones pero sin lograr nada".

Hoy mismo, podrían llegar a España los activistas detenidos a la espera de que se concrete la fecha del juicio.

20