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Condenada a 30 años de cárcel por asesinar a su padre en Málaga e intentarlo con su madre y sobrinos

  • Golpeó a su progenitor hasta la muerte y acuchilló a su progenitora, causándole lesiones

  • Colocó una bombona de butano a la que cortó la goma y el gas invadió la estancia.

La mujer (derecha) acusada de asesinar a su padre a golpes conversa con su abogado.

La mujer (derecha) acusada de asesinar a su padre a golpes conversa con su abogado. / Jorge Zapata (Efe)

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 30 años y 4 meses de prisión a la mujer acusada de asesinar a su padre en 2019 e intentar hacer lo mismo con su madre y tres sobrinos de 4, 6 y 10 años, por lo que además deberá abonar indemnizaciones.

El tribunal del jurado la considera autora del delito de asesinato del padre, con el agravante de parentesco y la atenuante de trastorno psíquico, y le impone 12 años de cárcel, a lo que suman cinco años, siete meses y 16 días de prisión por el delito de asesinato en grado de tentativa de la madre con la misma agravante.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, se le condena igualmente por tres delitos de asesinato en grado de tentativa respecto de los sobrinos a tres años, nueve meses y un día de cárcel por cada uno de ellos y a año y medio de prisión por el delito de lesiones causadas con un cuchillo y un rodillo de cocina a su madre con el agravante de parentesco.

La condenada deberá mantenerse alejada de la madre y sobrinos a un mínimo de 500 metros y con prohibición de comunicarse con ellos en cualquier forma durante 13 años y tendrá que indemnizar -por la muerte del padre- a la madre con 50.000 euros y a cada hijo del fallecido con 20.000 euros.

Igualmente debe indemnizar a los sobrinos y a la madre además por las lesiones sufridas con 450 euros y 1.000 euros por la secuela, según la resolución, contra la que cabe presentar recurso de apelación.

El tribunal considera probado que en la madrugada del 16 de julio de 2019, al haberse quedado a pasar la noche en Málaga en casa de sus padres, propinó al padre mientras dormía una gran cantidad de golpes en la cabeza "para privarle de la vida", lo que le causó la muerte en escasos minutos.

Después acudió a la habitación dormía la madre y le golpeó y asestó cuchilladas que le ocasionaron lesiones y, a continuación, para acabar con la vida de ella y de los sobrinos -que dormían- colocó una bombona de butano a la que cortó la goma que unía el regulador con la botella tras abrir la espita, de manera que el gas invadió la estancia.

No se produjeron sus muertes porque el mayor de los sobrinos se dio cuenta del fuerte olor a butano y corrió en busca de la abuela, que sacó a los menores del domicilio.

La sentencia indica que, en el momento de cometer los hechos, la mujer presentaba "ideas y alteraciones del estado de ánimo que disminuían de forma moderada su apreciación de la realidad, su conciencia y voluntad".

El jurado popular declaró en diciembre culpable de asesinato a la acusada de acabar con la vida de su padre a golpes e intentarlo también con su madre y tres sobrinos mientras dormían.

Durante el juicio la procesada aseguró que no se acordaba de los hechos y mantuvo que todo lo que sabía de ese día era porque su abogado se lo había contado, además de alegar que escuchaba voces que le hacían hacer daño, pero que con las pastillas que estaba tomando se encontraba más tranquila. La Fiscalía pidió en la vista que fuera condenada a 57 años de prisión.

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