Málaga

Constituido un colectivo para frenar el hotel del puerto

  • Una docena de organizaciones rechazan la construcción que tildan de "pelotazo", "adefesio" y "proyecto especulativo"

Un momento de la reunión de ayer en el Instituto de Estudios Portuarios.

Un momento de la reunión de ayer en el Instituto de Estudios Portuarios.

Si en los tiempos en que el PP tenía mayoría absoluta se pudo impedir un supermercado donde en la actualidad se levanta el Museo Pompidou, ahora que los populares gobiernan en minoría se puede parar el hotel del puerto. Con esa convicción, anoche se constituyó el colectivo Defendamos nuestro horizonte que rechaza el proyecto. Una docena de asociaciones -entre sindicatos, partidos políticos y organizaciones vecinales- acudieron al encuentro convocado en el Instituto de Estudios Portuarios. "Adefesio, pelotazo, proyecto especulativo y supositorio" fueron algunas de las palabras utilizadas para describir la iniciativa.

El profesor de Geografía de la Universidad de Málaga, Matías Mérida, advirtió que el impacto del hotel sería "irreversible", que empequeñecería la Farola, la torre de la Catedral y hasta el Monte Gibralfaro; y que además sentaría un "precedente gravísimo" ya que en el futuro no se podría denegar ningún otro proyecto por su efecto visual. "Creíamos que los tiempos del Gil ya habían pasado", dijo el dirigente ugetista Antonio Solano, quien llamó la atención sobre el hecho que la iniciativa sea promovida por la Administración. Desde los sindicatos se advirtió que los malagueños no se deben dejar convencer con el argumento de la creación de empleo. Porque frente a los 200.000 parados de la provincia el hotel apenas generará 300 puestos de trabajo y porque se puede caer en una "burbuja hotelera".

Fernando Muñoz, de CCOO, vaticinó problemas de logística si en ese entorno se concentran la terminal de cruceros, el Club Mediterráneo y el hotel. Además reclamó que el asunto se lleve al Consejo Social de la ciudad. El proyecto también cosechó el rechazo de Málaga Ahora. Su portavoz en el Ayuntamiento, Ysabel Torralbo, recordó que el terreno en el que planea son 17.000 metros cuadrados de uso ciudadano. Por lo que sostuvo que sin participación se produciría una "privatización" de un suelo público mediante una "operación especulativa". Incluso apuntó que es un proyecto "ilegal" porque se necesitaría cambiar el Plan Especial del Puerto y el Plan de Ordenación Urbana para que tuviera encaje en la ciudad.

La reunión duró unas dos horas y tuvo un desarrollo ágil, con intervenciones cortas en las que la oposición al hotel no dejó fisuras. El portavoz municipal de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, opinó que la iniciativa es una operación "para que un grupo inversor opaco dé el gran pelotazo". El edil llamó a la movilización para atajar -"igual que se logró frenar el supermercado en la esquina del puerto"- un proyecto que es "especulativo y apropiador de nuestro patrimonio".

Juan Antonio Triviño, trabajador del puerto y representante de UGT, recordó que el rechazo lo empezaron promoviendo los 60 firmantes de un manifiesto que se lanzó a la luz a principios de marzo y que ya tiene el apoyo de unas 2.000 personas. También detalló que en 2016 el recinto portuario malagueño tuvo un superávit de 1,5 millón de euros. "No es un puerto que necesite hipotecar el futuro de los malagueños para hacer caja", señaló.

Juan José Merino, de Equo, fue presentando a los que hacían uso de la palabra. Como introducción, rechazó la descalificación que los "tecnócratas" hacen de quienes se oponen al hotel, de 35 plantas y 135 metros de altura. "Aquí hay arquitectos, catedráticos, abogados. Somos personas formadas", argumentó. También hubo representantes de colectivos vecinales, artísticos y ecologistas. Aunque no se pusieron de acuerdo sobre si llamar al grupo que constituían plataforma o comisión, todos decidieron hacer "piña" porque "sí se puede" para "parar" el hotel del puerto. Y se citaron para el martes, para una nueva reunión.

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