Málaga

Coronavirus en Málaga: Alumnos del colegio García Lorca plasman en un reportaje las ventajas e inconvenientes de dejar salir a los niños

Una niña observa un parque desde una ventana.

Una niña observa un parque desde una ventana. / EFE

Cuatro alumnos del colegio público García Lorca de Málaga capital han elaborado un reportaje en el que reflexionan sobre las ventajas y los inconvenientes del alivio del confinamiento del coronavirus para los niños menores de 14 años, quienes a partir de este domingo podrán salir a la calle durante una hora al día para jugar y pasear, acompañados por un adulto, entre las 9.00 y las 21.00 horas.

En la provincia de Málaga se beneficiarán de esta medida del Gobierno central más de 260.000 menores de entre cero y 14 años. En concreto, según el Instituto Nacional de Estadística, había el pasado 1 de julio 260.023 menores entre cero y 14 años, siendo la mayor franja la comprendida entre los 10 y los 13 años al superar los 19.000 niños en cada una de ellas.

Tras más de un mes y medio de cuarentena en sus viviendas, todos estos menores podrán 'respirar' a partir de este domingo y disfrutarán de un ligero desahogo mental y físico tanto para ellos como para sus padres.

Para reflexionar sobre los pros y contras de esta medida, Gabriela Núñez, Ignacio Pérez, Lucía Herrera y María Bueno, estudiantes del CEIP García Lorca de Málaga, han entrevistado a padres y madres y han elaborado un reportaje titulado Permitir que los niños salgan a la calle durante el estado de alarma, ventajas e inconvenientes. Este trabajo se recoge, íntegramente, a continuación.

Permitir que los niños salgan a la calle durante el estado de alarma, ventajas e inconvenientes

Tras distintos anuncios y rectificaciones, pasos adelante, pasos hacia atrás, debates en las redes sociales y críticas de la oposición, finalmente los menores de 14 años podrán salir a dar paseos a partir del próximo domingo 26 de abril, durante un máximo de una hora, no más lejos de un kilómetro de su domicilio, y acompañados de un adulto. No se les obligará a llevar mascarilla pero no podrán jugar con otros niños. Esta medida ha sido valorada positivamente por la mayor parte de la comunidad científica, así como por las familias, aunque en algunos casos, con matices.

El Dr. Álvaro Pérez, médico Digestólogo del Hospital de Poniente, en El Ejido, representa a las voces más precavidas desde el punto de vista sanitario e insiste en que permitir la salida de los menores a la calle es una medida positiva pero, “siempre y cuando se realice con orden y disciplina”. El Dr. Pérez recuerda que los menores tienden a no cumplir con exhaustividad las recomendaciones sanitarias para evitar contagios, lo que los convierte en mayores contagiadores potenciales.

A esto, habría que añadir el hecho de que, en el caso de los menores, es muy difícil distinguir entre el niño sano y el niño enfermo, puesto que cursarían la enfermedad del Covid-19 prácticamente asintomáticos, tal y como explica la Dra. Rocío Rodríguez, médico Intensivista del Hospital Torrecárdenas de Almería. “Los menores son prácticamente asintomáticos y a la vez son vectores de la enfermedad, es decir, transportan y transmiten el virus, lo que dificulta las labores de prevención”, explica la Dra. Rodríguez.

Otro punto en el que parecen coincidir los expertos sanitarios radica en la mayor inmunidad de los pequeños ante el Covid-19. “Todo parece indicar que los menores presentan mayor inmunidad ante el coronavirus, aunque las teorías a este respecto no son unánimes. En líneas generales, el sistema inmune de los niños mayores de cinco años responde de manera adecuada y equilibrada. En algunos adultos, esta respuesta puede ser exagerada, y en los ancianos, insuficiente. Por otra parte, se ha comprobado que el virus se fija en una proteína llamada ECA2 que suele estar en los pulmones, y los niños cuentan con menor cantidad de esa proteína”, aclara el Dr. Pérez.

Al margen de los aspectos estrictamente fisiológicos, la medida de permitir salir a los niños durante una hora al día, también ha sido bien valorada atendiendo a la salud emocional de los menores. En esa línea se manifiesta Manuel Herrera, psicólogo, para quien resulta muy positivo que los menores vayan recobrando el contacto con sus amigos, compañeros “y en definitiva con la realidad habitual que les rodea”.

“Estas semanas de cuarentena están permitiendo a los niños estrechar los lazos con sus familiares y mejorar su convivencia, no obstante, es conveniente que vayan retomando la normalidad, siempre y cuando lo permitan las autoridades sanitarias”, apunta Herrera. Para este experto también resultaría positivo que los menores pudieran reanudar presencialmente las clases antes de que concluya el verano. La vuelta al colegio, al menos un par de semanas antes de que finalice el curso, también parece contar con más seguidores que opositores.

“Permitir que los niños salgan a la calle va a suponer un alivio para las familias. Además, creo que sería muy positivo, que nuestros hijos pudieran terminar el curso en los centros educativos y despedirse en persona de sus compañeros, lógicamente respetando ciertas medidas de prevención”, sostiene María Patricia García, madre de dos niñas de 14 y 12 años de edad, que, por dedicarse a un sector calificado como esencial, ha mantenido su ritmo habitual de trabajo durante la cuarentena.

Más crítica se muestra María Patricia ante la propuesta inicial del Gobierno de permitir que los niños pudieran acompañar a un adulto al supermercado, la farmacia o al banco por entender que son lugares con más riesgo de contagio. Una opinión que comparte Gregorio Bueno, padre de dos niñas de 12 y 11 años respectivamente, para quien la medida inicial le parece “nefasta”  e insiste en “la responsabilidad de los padres” para asegurar que las próximas salidas de los niños a la calle tengan lugar con todas las garantías. Compartiendo opinión con Gregorio se sitúa el Dr. Álvaro Pérez, quien califica la propuesta inicial del Gobierno de “disparate, sobre todo en el caso de los menores de ocho o diez años”.

Con menor rotundidad, en cambio, se manifiestan la Dra. Rodríguez, y Sonia Crespo, madre de dos menores de 12 y 15 años. Para la Dra. Rodríguez “salir a pasear al campo siempre va a ser mejor que llevar a los niños a un supermercado, como es lógico”, no obstante, entiende que la propuesta primera del Gobierno no fue más que una medida inicial de desescalada del confinamiento. Crespo va más allá y apuesta por ir aplicando iniciativas que permitan volver a la normalidad en el menor tiempo posible.

“Con franqueza, no creo que una farmacia o un banco presente mayor riesgo de contagio para un niño que el propio colegio. En otros países, los menores ya han vuelto a las aulas, y en Andalucía, la Junta plantea la vuelta al colegio a finales de mayo. La escuela es un espacio donde va a ser más difícil controlar que los niños respeten las medidas de seguridad, por lo que no me parece descabellado que se vaya permitiendo a los menores entrar a otros espacios como medida inicial, lógicamente intentando que mantengan las mayores medidas de prevención”, defiende Crespo.

Dice el refranero popular que “nunca llueve a gusto de todos” y ante esta medida tenemos un claro ejemplo. Hará falta algo de tiempo para valorar si efectivamente la medida fue positiva o no.

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