Ciclistas, corredores, patinadores y hasta paddle surferos. Las calles, zonas de esparcimiento y playas de los principales núcleos urbanos de la provincia de Málaga se han llenado de personas que ansiaban hacer deporte en el exterior después de casi 50 días de encierro. Con mascarilla en algunos casos y esforzándose en guardar las distancias de seguridad, han llenado paseos marítimos y avenidas para retomar su movilidad.

Juan Cordero, residente en Torremolinos, asegura que desde La Colina a La Carihuela había tanta gente que "parecía un mes de agosto en hora punta aunque sin guiris", dice. Y eso que ya estaba pegando su caminata a las 7:30. Eso sí, salvo algunas parejas, la mayoría eran corredores individuales con la separación suficiente como para usar el espacio sin problemas. 

"Vengo relajado, qué alegría poder hacer deporte en la calle, con el sol y el viento, ya tengo energías para todo el día, aunque luego saldrán las agujetas porque estaba muy oxidado después de tantos días", afirma. Juan, un hombre activo y acostumbrado a caminar unos ocho o nueve kilómetros al día a velocidad de marcha, ha estado todo el confinamiento encerrado salvo cuando ha realizado la compra semanal. 

"Algún día tenía que llegar esta medida, por lo menos ese par de horas te liberas porque el confinamiento se está haciendo largo", apunta. En casa ha caminado lo que ha podido "pero es muy pequeña y no respiras aire puro, no es lo mismo", sostiene.

Recuperar el ritmo con tranquilidad y precaución

Carlos Buzo, fisioterapeuta de profesión y corredor habitual, tenía ya el billete de avión para participar en la maratón de París el pasado Domingo de Ramos. Aunque la cita se ha trasladado a octubre, entiende que no podrá realizarse porque estaban congregados unos 50.000 participantes. 

"Estas aglomeraciones están descartadas, así que sin objetivos a la vista y después de estar tanto tiempo sin salir, lo que recomiendo es que se haga un buen calentamiento y que se lleve un ritmo tranquilo, que se salga a disfrutar", señala Buzo. Sin pensar en tiempos ni en marcas anteriores, el experto recomienda que se inviertan unos 45 minutos los primeros días para no lesionarse. 

"Siempre salgo por la mañana muy temprano y suelo correr unos 10 ó 12 kilómetros al día, hago unos 60 kilómetros a la semana", agrega Buzo, a sabiendas de que todo este fin de semana "va a ser movido". Pero esquivando al resto de corredores no tendría por qué haber problemas, considera. 

"Cojo esta medida con muchas ganas porque no he salido a la calle, no tengo perro y mi hijo ya es más mayor, así que no he podido caminar, he corrido algo en la cinta, pero no me gusta", señala Buzo. 

En casa de Juan Carlos Pérez también se ha respetado escrupulosamente el confinamiento. Tan sólo se ha salido para comprar y tirar la basura. Su hijo de 20 años ha podido hacer deporte por fin este sábado y él se prepara para la oleada de la tarde. "Hemos hecho un poco de deporte en casa, algunas tablas de ejercicios similares al gimnasio con los elementos que tenemos aquí, pero se echa bastante de menos, sobre todo la natación", comenta Juan Carlos. 

"No soy demasiado temeroso, confío en nosotros mismos, creo que pondremos de nuestra parte, la gente está concienciado en el tema, la gran mayoría está adaptándose al cambio", estima este vecino de Cerrado de Calderón. Sin abrazos ni cercanía, sin contacto social pero, al menos, se recupera la calle. "Nuestra mente necesita algo más de cuatro paredes, somos afortunados de tener este buen tiempo y necesitamos aire libre, soy bastante callejero y, es verdad, que se echa de menos", agrega. 

Un hueco para los deportistas profesionales

Ainhoa Cabeza es campeona de lanzamiento de jabalina. Tiene 19 años y aún no quiere salir a hacer deporte fuera los primeros días para evitar aglomeraciones. Es también entrenadora y quiere dar ejemplo, respetar las medidas de prevención a rajatabla. "Ya es hora de ir saliendo, todos en general y que se vaya viendo si se puede volver a la normalidad, no vamos a estar encerrados toda la vida, pero la medida incita mucho a que salga todo el mundo en masa", considera. 

"Es una experiencia nueva y hay que tener cuidado", recalca Ainhoa y señala que "la cuarentena ha sido momento para descubrir que el deporte, la música, la cultura en general es más importante de lo que la gente piensa, no solo para el cuerpo sino para la mente". 

Ella ha seguido con su entrenamiento, incluso de técnica, en casa y ha usado la imaginación y la creatividad para proponer rutinas para sus deportistas. Pero es consciente de que "ya es hora disfrutar del exterior, es un paso, que la gente ya pueda estirar las piernas, es beneficioso", considera Ainhoa. 

Aire libre para los mayores

En las medidas de la desescalada también este sábado ha llegado el turno de los mayores de 70 años y personas dependientes. Paqui, de 71 años, ha salido a dar una vuelta por el campo, que no había pisado desde marzo a pesar de tenerlo cerca de casa. "Esto es una alegría y una sensación de libertad que no tiene precio, poder respirar aire libre, al sol, y ver el campo que está tan bonito", indica. 

No tiene miedo al contagio, dice, pero sí quiere actuar con precaución. "Si veo a mis vecinos levanto la mano y a seguir andando", apunta. Y tiene claro que saldrá siempre que pueda, cada día. "Pensando que mañana puedo salir otra vez es más placentero, para mí lo más terrible de este tiempo ha sido no poder caminar, no poder moverte al aire libre, sentirte parte de la naturaleza, no poder hacer mi deporte", confiesa Paqui.