La Costa del Sol vuelve a estar más de moda que nunca tanto entre los turistas españoles como entre los extranjeros. Parecía imposible repetir otra vez los récords turísticos que se han ido alcanzando en los últimos años, pero todo apunta a que este verano Málaga estará otra vez a rebosar con altos índices de ocupación en los hoteles, en las viviendas turísticas, en los campings y hasta en las casas propias o de amigos. Mañana es 1 de julio y ya hay miles de turistas dispuestos a disfrutar de este destino, como demuestra el hecho de que solo entre este pasado viernes y el lunes vayan a pasar por el aeropuerto de Málaga casi 2.000 vuelos con capacidad para trasladar a 326.000 personas.

El presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, ya anunció hace unos días que este organismo estimaba que llegarían a Málaga entre junio y septiembre 7,3 millones de turistas, lo que supondría un aumento del 3,2% respecto al verano del año pasado, es decir, 150.000 turistas más, una nueva cota máxima. “Los datos de los que disponemos alimentan el optimismo, muestran la solidez de la oferta y el liderazgo turístico de la Costa del Sol pese al resurgir de otros destinos competidores”, comentó Salado.

El asunto no es baladí porque siempre se ha pensado que parte del fuerte aumento de turistas a la Costa del Sol en el último lustro estaba motivado por la inseguridad en otros países del Mediterráneo como Egipto, Turquía o Túnez, que han sufrido atentados terroristas o golpes de estado. Esos destinos están recuperando el pulso gracias a la proliferación de ofertas y a la escasa memoria de muchos turistas que solo buscan el lugar más barato para pasar unos días de vacaciones, pero, aún así, Málaga sigue presentando cifras muy altas de ocupación. También se pensaba que muchos británicos –el principal cliente internacional de la Costa del Sol– podían quedarse en casa por la incertidumbre generada por el Brexit y la depreciación de la libra, pero se ha ratificado como un turista fiel que no cambia unos días en la costa malagueña por nada del mundo, aunque le pueda salir algo más caro.

Un turista extranjero en una playa de Málaga.

El consejero de Turismo, Juan Marín, va en la misma línea y comentó que se prevé que los hoteles andaluces alcancen este verano los 26,1 millones de pernoctaciones, un 3% más que entre junio y septiembre del año pasado. Cabe señalar que Málaga acapara la mayor parte de la oferta turística de la región. La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol dará a conocer mañana lunes sus estimaciones de ocupación para este verano, aunque estiman que se podrá crecer un 2% respecto al año pasado tanto en julio como en agosto contando con un repunte de las reservas de última hora.

El verano de 2017 es recordado por todo el sector como el mejor de la historia en la Costa del Sol. Y todo parece apuntar a que el de 2019 será mejor. “El 2017 fue récord y esperamos que el verano de 2019 sea tan excepcional como ese. El invierno ya ha sido muy bueno y desde el 22 de junio, tras la finalización de las clases en los colegios, hemos notado que va mucha gente a los restaurantes y esperamos que haya muchos llenos en julio y agosto, por lo que las previsiones son muy buenas”, afirma Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas, quien añade que “el turismo que nos visita tiene un buen poder adquisitivo y nos siguen llegando muchos ingleses, nórdicos, franceses o italianos”. A eso hay que sumarle que el turista español, el más importante para este destino, se ha recuperado tras varios años de descenso por la crisis.