La vuelta al colegio se producirá el próximo lunes, aunque desde ayer, con la llegada de septiembre, ya se adelantó para otras muchas personas. Ellos son los profesores, que durante los días previos al comienzo de las clases se incorporan a sus puestos en los centros docentes para la planificación, organización y reencuentro con los compañeros del claustro.

El centenario colegio Bergamín, en la barriada de la Trinidad, volvió a abrir ayer sus puertas. A la entrada del centro, un improvisado paseo de las estrellas con nombre de actores conforma la decoración junto a varios mapas y las normas de convivencia del colegio. La importancia de la cultura y la integración es algo que queda patente en cada rincón de este centro, que cada año acoge a alumnos de más de una veintena de nacionalidades diferentes.

El ambiente familiar e integrador del colegio, dirigido desde hace cuatro años por Concha Navarta, va más allá de las aulas. Así se lo demuestra también este experimentado claustro a los nueve profesores nuevos que este año formarán parte de la plantilla del colegio Bergamín, quienes ayer ya recibieron las primeras indicaciones y conocieron de primera mano los distintos espacios del centro. Una de ellas es Tamara Gómez, profesora de música, quien tras cinco años dando clases en Estepona, afronta con ilusión este nuevo destino profesional.

"Tengo muchas ganas y muchas expectativas con este colegio", asegura esta joven granadina, quien destaca la buena fama que tiene el colegio Bergamín entre los compañeros, algo que le hizo pedir este centro trinitario como destino. Gómez, quien ya trabaja en la planificación de sus clases, aprovecha el poder de la música como herramienta pedagógica, la cual permite "resolver conflictos en las clases o conseguir una mayor integración entre los alumnos".

A pesar de que los pupitres aún están vacíos, durante la cuenta atrás para el comienzo del curso se trabaja a gran intensidad para que todo esté preparado para el próximo lunes en el Bergamín. La vocación y buen hacer de su equipo directivo se percibe hablando con su directora Concha Navarta, quien apunta que en la última semana de agosto la directiva suele reunirse para "tener todo mejor planificado para principios de septiembre". Desde ayer, con el profesorado ya incorporado, comienzan a repartir las tutorías, reunirse por ciclos, decorar las aulas o preparar la evaluación inicial, señala Navarta, entre otras de las muchas tareas que llevan a cabo durante esta semana. Además del papeleo lógico de estas fechas y la planificación del curso, Navarta hace hincapié en la importancia de "hacer equipo" para que haya una "buena armonía" en el centro. Para ello, el profesorado compartió ayer un desayuno mientras conversaban sobre sus vacaciones o daban la bienvenida a los nuevos compañeros.

A escasos metros del despacho de Navarta, en la sala de profesores los docentes se reencontraban tras el verano. Las historias de viajes o la vuelta a la rutina eran algunos de los temas más usuales en esa improvisada reunión en torno a una larga mesa. Uno de los profesionales a los que menos le pesa la "vuelta al cole" es a Jesús Mesa, un veterano en las aulas del Bergamín. Tras 13 años en el colegio, este profesor de Audición y Lenguaje destaca su vocación por la docencia, algo que le empuja a vivir estos días con optimismo e ilusión por el comienzo de un nuevo curso. "Me gusta trabajar con niños desde siempre", afirma Mesa. En su caso, para la planificación del curso está a la espera de conocer los horarios de las diferentes clases para poder organizar los momentos en los que puede trabajar de manera pormenorizada con cada alumno que necesita recibir apoyo.

Recién "aterrizada" se encuentra Irene González, quien llegó el domingo de sus vacaciones en Japón. Ahora, "alegre por ver a los compañeros, pero algo cansada", esta profesora de Pedagogía Terapéutica aprovecha junto a sus compañeros de educación especial para establecer los grupos en función de las necesidades concretas de los alumnos. Durante esta semana, otra de las tareas que lleva a cabo es la elaboración de las pruebas iniciales o archivar papeles del curso anterior.

Por su parte, Gracia María González, profesora de Lengua y Matemáticas en primaria, ya conoce cuál será su tutoría de este curso. Seguirá con la del año pasado, algo que ve como positivo y que facilitará su labor, dado que "ya conozco a los niños". En su curso, un crisol de culturas se dan la mano, con alumnos de España, Marruecos, Emiratos Árabes, Nigeria, Venezuela y Paraguay. Una característica del colegio que todos sus docentes ven como una posibilidad para enriquecer el aprendizaje de sus alumnos, como Gemma Harillo, profesora de primaria, quien cree que es "un punto a favor" la convivencia entre las distintas culturas.

A menos de una semana para el inicio del curso escolar, los profesores de este histórico colegio del barrio de la Trinidad preparan con detalle cada espacio del centro, que en apenas unos días recibirá a 260 alumnos que llenarán sus aulas y pasillos de mochilas, juegos y algún que otro llanto por el regreso de vacaciones.