"La seguridad que se presta en el pabellón polideportivo es mínima, valga comoejemplo que el domingo había allí cuatro policías de custodia de Seguridad ciudadana y tres funcionarios de la Brigada de extranjería. Todo eso para 253 inmigrantes alojados" tras haber llegado durante el fin de semana en pateras a la costa andaluza. La denuncia la ha lanzado esta mañana el sindicato Jupol, que asegura que en un momento llegó a haber "un conato de avalancha ya que los inmigrantes se quejaban de que no disponían de suficiente comida y de que los baños estaban rotos por ello comenzaron a increpar a los funcionarios que allí había". En palabras de la organización sindical, los inmigrantes no suelen ser violentos, pero "las condiciones de hacinamiento pueden llevar a una escalada de violencia la cual sería imposible de controlar con los medios de los que se dispone actualmente".

Desde Jupol detallan que los funcionarios de la Brigada Provincial de Extranjería de Málaga se ven obligados a realizar jornadas maratorianas, al punto de que el domingo comenzaron a trabajar a las 7:00 y acabaron el servicio a las 20:30, "con una breve parada para comer". "Este funcionario se ve obligado a comer fuera de su casay no tiene derecho a cobrar la pertinente dieta de manutención". El retén de pateras trabajó el sábado "desde las 7:00 acaba a las 17: y se le requirió para que entrara de a las 18:00", algo que finalmente no se produjo.

Asimismo, el sindicato denuncia que el cómputo de horas de trabajo necesarias para hacer frente a los servicios fuera de horario que requiere la llegada de pateras "es mayor que la disponibilidad de funcionarios del grupo de expulsiones, el cual además debe seguir dando respuesta a las demandas diarias de trabajo que tienen, lo cual lleva a una acumulación excesiva de horas a compensar". Esta acumulación "crece más rápido que las horas que se pueden ir compensando". Por otra parte, debido a la duración de las jornadas de trabajo y a los horarios de las mismas "los funcionarios se ven obligados a mal comer en cualquier sitio teniendo que pagar de su bolsillo las comidas realizadas durante el horario de trabajo ya que el tiempo del que disponen para comer a veces es inferior a una hora".

Las condiciones de prestación de los servicios en el Pabellón Polideportivo, en palabras de Jupol, "son muy deficitarias". Los policías "carecen de baños propios, por lo que deben ir a Comisaría (si tienen relevo o se le permite) para realizar sus necesidades.Otra de las quejas de los funcionarios es que los inmigrantes disponían desus teléfonos móviles y muchos de ellos hacían fotos a los agentes".

El sindicato, que aplaude la labor del Comisario de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras como del Inspector Jefe de la Ucrif, aboga por "plantear la necesidad de crear un sistema de trabajo adecuado y adaptado a estas circunstancias". Asimismo, "se solicita de una dotación económica para la prestación de servicios extraordinarios con los que completar las necesidades de funcionarios, así mismo se hace necesaria una dotación económica en concepto de dietas para compensar a los funcionarios que se vean obligados a comer fuera de su domicilio por necesidades del servicio", reivindican desde la organización. "La prestación de los servicios de una forma tan precaria, no puede ser excusada como una circunstancia sobrevenida, ya que la llegada masiva de inmigrantes esta siendo habitual", recalcan.