Málaga

Desarticulan una banda que robó naves y casas en Málaga y otras provincias

  • Empleaban técnicas paramilitares para cometer sus numerosos asaltos

Naves industriales, transportes de mercancías, chalés de lujo, oficinas y almacenes de joyería. Sus objetivos eran diversos y en cada uno de sus robos aplicaban técnicas paramilitares. Llegaban a disfrazarse de guardias civiles para interceptar vehículos en la carretera y empleaban la violencia cuando encontraban resistencia. La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid un peligroso grupo de ladrones al que se le imputan 45 hechos delictivos en Málaga, Madrid, Ibiza y Lugo.

La Dirección General de la Policía informó ayer de que la operación, denominada Culta, han sido detenidas ocho personas y se han practicado 12 registros domiciliarios, además de bloquear cuentas corrientes y fondos de inversión.

Los investigadores se han incautado en las viviendas inspeccionadas de numerosas joyas, cuyo valor superaría el millón de euros, armas de fuego y blancas, sustancias estupefacientes y dinero en metálico.

La investigación se inició en mayo del pasado año después de producirse una serie de asaltos que podían ser cometidos por una misma banda, caracterizada por su movilidad geográfica y una exhaustiva planificación de sus golpes.

La citada fuente explicó que los detenidos utilizaban procedimientos propios de comandos militares para cometer los asaltos. El primer paso era robar coches de alta gama para emplearlos como transporte. Posteriormente, analizaban sus objetivos, principalmente naves industriales dedicadas a la logística o al almacenaje y distribución de productos de fácil venta, como televisores de plasma, ordenadores o videoconsolas, y estudiaban las medidas de seguridad que tenían y el momento propicio para cometer los robos. Tras inutilizar las alarmas, accedían al interior de las naves y cargaban los efectos en vehículos de carga que habían sustraído con anterioridad. No dudaban en emplear la violencia contra los vigilantes de seguridad o los agentes policiales si eran descubiertos.

En alguna ocasión se habían disfrazado de miembros de la Guardia Civil para detener transportes de mercancías en plena carretera y sustraer los objetos de su interior.

A los ocho arrestados también se les imputan robos con violencia e intimidación cometidos en chalés de lujo en Ibiza durante el verano. En los asaltos, cometidos mientras sus moradores se encontraban en el interior, empleaban la violencia física y las amenazas si encontraban alguna oposición.

En las últimas fechas se habían especializado en cometer robos con fuerza en oficinas y almacenes de joyería, para cuya comisión empleaban sofisticados medios técnicos que han sido intervenidos.

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