Una banda dedicada presuntamente a falsificar contratos de trabajo para regularizar a ciudadanos extranjeros que se encontraban en situación irregular en España ha sido desarticulada en Málaga, en una operación en la que han sido detenidas catorce personas de varias nacionalidades. Los ciudadanos extranjeros beneficiarios de estos hechos ilícitos pagaban por los contratos entre 600 y 1.000 euros, según informó ayer la Comisaría provincial de Málaga en un comunicado.

Los investigadores conocieron la existencia de un supuesto empresario que, en connivencia con un gestor laboral, ambos españoles, podría estar haciendo ofertas de trabajo falsas a extranjeros en situación irregular, que de esta forma podían iniciar la solicitud del permiso de residencia para regularizar su situación en España.

Las pesquisas llevaron a la comprobación de catorce solicitudes de permiso de residencia en las que se aportaban contratos de trabajo de la empresa investigada, así como a una relación de seis empleados relacionados con ella, pero que en ningún caso habían trabajado para la misma.

La empresa "fantasma" afincada en Málaga y que supuestamente desarrollaba labores en los sectores de la construcción y agrario, había contraído una deuda con la Tesorería de la Administración del Estado cercana a los 6.000 euros.

La Policía destacó que por los contratos, el grupo delincuencial percibía cantidades de dinero pactadas de antemano que le reportaba "pingües beneficios de carácter ilícito". La intervención ha sido realizada por la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificaciones Documentales (Ucrif).