Uno de los principales centros de distribución de sustancias anabolizantes del país, y del que se surtían particulares y gimnasios de distintas provincias, ha sido desmantelado por la Policía Nacional en Estepona, donde se halló una nave en la que se almacenaban 200.000 dosis de clembuterol y efedrina. En la operación, denominada Burner, han sido detenidas cuatro personas, dos en la localidad costasoleña, dedicadas al empaquetado y envío de estas sustancias prohibidas, y al administrador y al responsable de la empresa, que fueron capturados en Palma de Mallorca.

Tanto el clembuterol como la efedrina están considerados como medicamentos dopantes y sus efectos secundarios son graves. En el caso de la primera, basta con decir que la mayoría de los países han prohibido su uso en seres humanos, aunque sí lo permiten en animales, utilizándose para el engorde de ganado y como tratamiento de alergias para caballos.

La importancia de esta intervención radica en la desarticulación de una estructura que incurría en un delito contra la salud pública y en la retirada del mercado de estas sustancias, que se emplean sin ningún tipo de control médico.

La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil explicó ayer que la investigación se inició el pasado mes de mayo, después de que se tuviera conocimiento del envío de anabolizantes a distintos puntos de España, para lo que se utilizaba un servicio de paquetería ordinaria. Las pesquisas policiales partieron de la localidad madrileña de Coslada y éstas permitieron determinar que el punto de origen de los medicamentos era Estepona.

Las investigaciones practicadas permitieron determinar que los envíos eran realizados por una estructura delictiva perfectamente jerarquizada. Según la citada fuente, la organización había creado un entramado de empresas en Estepona y en Palma de Mallorca que, a pesar de estar debidamente registradas, no existían en los domicilios sociales en que aparecían inscritas.

En todos los envíos figuraba como remitente una misma compañía y partían desde un almacén situado en Estepona. Fuentes policiales señalaron que los contactos con los clientes se hacían a través de internet y circuitos especializados.

Los investigadores pudieron identificar y detener en Estepona a dos personas que realizaban las labores de envasado y etiquetado de las sustancias intervenidas en la nave de la citada localidad. Posteriormente se localizó en Palma de Mallorca a los dos administradores y responsables de las empresas, que fueron también arrestados con la colaboración del Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial.

Uno de los principales peligros de estas sustancias es que son manipuladas por personas no cualificadas, sin preparación y sin ningún tipo de medida higiénica.