El hasta ahora máximo responsable de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, el malagueño Antonio Rodríguez-Medel Nieto, que ha sido ascendido de coronel a general de brigada del Cuerpo fue recibido este martes por el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, quien reconoció su “gran labor” en la provincia malagueña durante el último año, periodo en el que ha ocupado el cargo de coronel jefe, y le deseó “suerte y éxito en su nueva encomienda”.

Hijo y nieto de guardia civil y carabinero, fue coronel de la Comandancia de Zamora. Antes ya había pasado por destinos como el Grupo Antiterrorista Rural de Logroño (actualmente el GAR), Información en Guipúzkoa, el Servicio Marítimo en Huelva, y la Academia de Suboficiales de la Guardia Civil, en El Escorial.

Rodríguez-Medel Nieto llegó en 2020 a Málaga con la pretensión de seguir luchando contra el crimen organizado y, entre otros, los delitos contra el medio ambiente y la violencia de género, se propone “fortalecer los procesos de colaboración con otros Cuerpos españoles y extranjeros y con la Seguridad Privada”.

"Implacable"

El mando se mostró entonces abierto a “cualquier crítica constructiva” y, en su discurso de toma de posesión, no solo recordó a los caídos y a las víctimas del terrorismo de ETA, sino que también tendió su mano a todos los guardias civiles para, a renglón seguido, lanzar un aviso. “Seré exigente en el cumplimiento de deberes”, recalcó, al tiempo que advirtió que sería “implacable” si alguno “traicionaba al servicio” y se pusiera "al otro lado que marca la ley".