La Diputación Provincial aprobó en el Pleno de ayer el pliego de condiciones por el se regirá la cesión del edificio de la Plaza del Siglo a Juan Barco para su uso como Centro de Arte de la Tauromaquia, con el que se fija un canon anual de 51.250 euros que el coleccionista tendrá que abonara cada año al ente público provincial. La antigua sede del Patronato de Turismo Costa del Sol ya ha sido asumida por la Diputación, por lo que el pasado martes se dio por extinguido el contrato que se mantenía entre el ente de turismo y el coleccionista y ahora se abre el plazo para firmar un nuevo contrato entre la Diputación y Juan Barco para mantener la actividad expositiva.

La Diputación ha propuesto como fórmula jurídica la concesión demanial directa del edificio y lo justifica por el "interés general" de la colección de Juan Barco, que "constituye un elemento esencial para dar cumplimiento a la promoción cultural de la tauromaquia", dando relevancia al valor cultural y artístico de las piezas que la componen, que la convierten, además, "la más importante a nivel mundial". La propuesta cuenta con el informe favorable de la Intervención, pero el habilitado nacional hace una interpretación respecto del mismo, poniéndose del lado del informe emitido por el jefe de Patrimonio en el que habla de la conveniencia de haber sacado el edificio a concurrencia competitiva.

El pliego del Museo Taurino establece un plazo de cesión del edificio de 20 años, no prorrogables, durante los que el coleccionista privado deberá "financiar a su costa los gastos de explotación y conservación del edificio" sin la posibilidad de optar a ningún tipo de subvención de la Diputación Provincial, ni siquiera en el supuesto de que el museo resultara deficitario. De ahí que se le permita la actividad complementaria de un restaurante y una tienda. El portavoz del equipo de gobierno, Francisco Salado, explicó que lo que se pretende es rentabilizar el servicio que el coleccionista presta exhibiendo su colección y teniendo en cuenta que con el precio de la entrada sería un negocio deficitario "Nadie va a venir a exponer su colección y que encima le cueste dinero", resumió.

Durante los 20 años de concesión, Juan Barco, deberá comprometerse a ejercer por sí mismo la concesión sin posibilidad de traspaso, cesión o subarriendo a terceros y al pago anual de 51.250 euros. Antes de la formalización del nuevo contrato el coleccionista deberá constituir una garantía fijada en el 3% del valor del edificio, que ha sido fijado en 5,1 millones de euros; por lo que tendrá que depositar 153.750 euros.

La Diputación "en el supuesto de que sobrevinieran razones de interés público que así lo aconsejaran" podrá dejar sin efecto la cesión del edificio sin indemnización al coleccionista. Mientras que una posible renuncia del coleccionista requerirá de la aceptación por parte de la institución, que podrá exigir su continuidad por seis meses e incluso una indemnización si la renuncia le originase perjuicios. El coleccionista deberá hacerse cargo también del pago anual del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del edificio, situado en la plaza del Siglo, con 4 plantas, más ático, y más de 1.500 metros cuadrados.

En el contrato ahora extinto con el Patronato de Turismo, dependiente de la Diputación, se había firmado también por 20 años, aunque prorrogable a cinco más. El precio de alquiler del edificio se había fijado en función del número de visitantes al museo, de tal manera que el Patronato cobraría siempre y cuando el museo taurino reciba más de 80.000 visitas a lo largo de todo un ejercicio. También se había fijado una indemnización de un millón de euros para Juan Barco si el Patronato rompía el contrato, la misma cantidad que el coleccionista debía abonar si desistía de la actividad expositiva durante ese periodo.