La Diputación de Málaga está promoviendo entre los ayuntamientos de la provincia actuaciones para luchar contra el cambio climático, especialmente contribuyendo a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2). El Área de Medio Ambiente y Promoción del Territorio de la institución provincial organizó ayer una sesión formativa para que los responsables municipales se impliquen más en "este grave problema" y para fomentar su adhesión al nuevo Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía, que se marca como uno de sus objetivos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40% hasta 2030.

El Pacto de las Alcaldías es, desde 2008, el principal movimiento europeo en el que participan las autoridades locales y regionales que han asumido el compromiso voluntario de mejorar la eficiencia energética y utilizar fuentes de energía renovable en sus territorios. En esta jornada ante responsables políticos y técnicos municipales, la diputada de Medio Ambiente y Promoción del Territorio, Marina Bravo, explicó el papel de la Diputación de Málaga como entidad coordinadora del mencionado Pacto en la provincia. Así, incidió en la importancia de que los municipios implementen acciones que contribuyan a la reducción de los gases de efecto invernadero. Igualmente, en el encuentro se dio a conocer la situación actual de los Planes de Acción para la Energía Sostenible ya firmados por los municipios de la provincia, y se ha informado sobre los nuevos Planes de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, que contemplan diversas actuaciones prioritarias.