Málaga

Dorado Soto se despide de sus feligreses tras 16 años como obispo de Málaga

  • El prelado resaltó en su homilía de ayer las beatificaciones que se han realizado en este tiempo en la provincia

El obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, resaltó ayer durante su homilía de despedida en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Málaga las beatificaciones que se han realizado durante los más de 16 años que ha ocupado el citado cargo, como es el caso de la Madre Petra del Valle de Abdalajís, o el de su antecesor el obispo Manuel González, entre otros.

Asimismo, indicó que durante la últimas semanas ha visitados las distintas zonas de la diócesis a su cargo para despedirse y deseó a los feligreses "la gracia y la paz de parte de Dios, la gracia de saber que Dios sí existe y os ama".

Durante la homilía el hasta ahora obispo de Málaga señaló que el tiempo de Adviento, que dio comienzo ayer, "nos llevará de la mano a celebrar la Navidad, donde descubriremos que esa gracia que el Padre nos tenía reservada es la encarnación de su Hijo Unigénito. Con su nacimiento, su muerte, su resurrección y el don del Espíritu Santo, Jesús nos va a mostrar cuál es la medida del amor que Dios nos tiene".

Según indicó el Obispado en un comunicado, el nuevo obispo de Málaga, el valenciano Jesús Catalá Ibáñez, tomará posesión de su cargo el próximo 13 de diciembre, por lo que Dorado Soto pidió que "además, de rezar por él, tenemos que colaborar todos con la vitalidad de la Iglesia diocesana manteniéndonos firmes en la fe".

El Papa, Benedicto XVI, nombró al prelado de Alcalá de Henares, Jesús Esteban Catalá Ibáñez (1949), para sustituir a Dorado Soto como responsable de la diócesis de Málaga y Melilla, quien el 18 de junio de 2006, cumpliendo el derecho canónico, presentó su renuncia tras cumplir los 75 años.

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