Detrás de ti se cierra la puerta. Ante tus ojos se dibuja una estancia. La partida comienza y el reloj inicia la cuenta atrás. 60 minutos para escapar de una habitación o encontrar un valioso objeto. Esa la premisa de Room Escape, una nueva forma de entretenimiento que está triunfando en Europa, España y, también, en Málaga. Entre febrero y agosto de este año han abierto en la capital tres salas. Los participantes de este juego necesitarán de todo su ingenio, observación y entereza para ganarle la batalla al entorno. La estancia está repleta de pistas y acertijos que tendrán que ser resueltos si los jugadores quieren lograr sus objetivos.

"Cuando consigues salir de la habitación es un subidón de adrenalina tremendo", explica Nadal Martí, uno de los responsables del blog Hemos Salido, dedicado a enumerar y calificar todos los Room Escape de España. "En cuanto terminamos nuestra partida comenzamos a buscar otro sitio para jugar", aclara Martí. "Ahora mismo en España está habiendo un boom". Room Escape es la recreación en vivo de los videojuegos de aventura gráfica de los 90 en los que los protagonistas tenían que solventar una serie de acertijos y rompecabezas para avanzar en la historia. "Ves a abuelos jugando con sus hijos y sus nietos. Tres generaciones aportando soluciones diferentes", explica Toni Díaz, dueño de X Door, el último de los Room Escape que ha aterrizado en Málaga.

No sólo es un juego. Esta forma de ocio tiene un poco de experimento sociológico. "Muchas empresas están usando los Room Escape para observar cómo sus empleados, o candidatos, trabajan en equipo o cómo reaccionan ante situaciones de estrés", explica Toni.

Este juego está basado en la teoría del flujo de Mihaly Csikszentmihalyi. "Por eso tiene tan buena acogida y todo el mundo se lo pasa bien", comenta Víctor, dueño de Linkescape, otro de los Room Escape de Málaga. Según este psicólogo húngaro, las personas son más felices cuando están en un estado de flujo, es decir, de concentración o absorción completa y logran la consecución de metas impuestas por ellos. "Es justamente lo que pasa aquí. Durante una hora los jugadores se olvidan de todos los problemas que hay fuera de la habitación y se centran en resolver los acertijos", ilustra Toni.

También tiene una utilidad psicológica. "Muchos psicólogos especializados en jóvenes problemáticos se han interesado. En una sola sesión de una hora observan cómo el adolescente interactúa con la familia, porque dentro de la habitación te desinhibes" Silvia Fabián es la dueña de la primera sala que llegó a Málaga Escapark. Ella también es de Hungría. Desde este país se expandieron los Room Escape por toda Europa. "En Budapest hay más de 200 salas. Muchas personas viajan a Hungría solo para jugar".

"Si montas un pub, todo el mundo sabe lo que es. Sin embargo, explicar algo que es totalmente nuevo es muy difícil. Además, este juego necesitas probarlo por ti mismo para que te encante. Debes sentirlo", aclara Silvia. Víctor abrió Linkescape en mayo de este año. Fue el segundo en llegar a Málaga. Este Room Escape es especial porque tiene diferentes niveles de dificultad y logros individuales para cada jugador.

"El problema de los Room Escape es que una vez que juegas ya no puedes repetir hasta que lo cambien. Por eso decidí poner el sistema de niveles, para que se pueda jugar varias veces".

Ellos son los tres pioneros que se atrevieron a apostar su tiempo y dinero en un nuevo concepto de ocio que está enamorando a jugadores por todo el mundo. Una nueva forma de escapar del aburrimiento.