Decenas de familiares que han puesto denuncias en la Fiscalía de Málaga por el supuesto robo de bebés entre los años 50 y 80 se concentrarán el miércoles durante toda la mañana en las puertas de la Ciudad de la Justicia. La causa no es otra que protestar contra el archivo de los juzgados de numerosas investigaciones que se iniciaron y que no han llegado a ningún puerto por la antigüedad de los hechos, la falta de documentación o pistas o porque los posibles implicados estaban ya fallecidos. Los familiares quieren que no se dé carpetazo a sus demandas y ese día habrá concentraciones no solo en Málaga sino también en Madrid, Valencia o Alicante. Tendrán un lema común, denominado Todos los niños robados son también los míos, y no ha sido convocada por ninguna de las asociaciones que se han creado para no dar protagonismo a unas u otras, sino simplemente a los familiares y sus casos.

En Málaga se han presentado cerca de un centenar de denuncias y en toda España se acerca al millar, de las cuales ya se han archivado en torno a 200. La asociación SOS Bebés Robados de Cádiz ya hizo una concentración similar el pasado 3 de septiembre en la puerta de la Fiscalía de Cádiz y ahora se repetirá en otras ciudades incluyendo a Málaga.

La Fiscalía de Málaga ha visto "indicios de delito" y ha habido policías dedicados exclusivamente a esta tarea. Sin embargo, hay jueces que han alegado que no hay pruebas suficientes para continuar el proceso judicial o que incluso los posibles delitos han prescrito. Familiares de los supuestos bebés robados en Málaga están pesarosos además por la próxima jubilación del fiscal jefe en Málaga, Antonio Morales -lo hará este mismo mes-, ya que éste les ha apoyado y ha guiado buena parte de las investigaciones. Se desconoce quién será su sustituto y si pondrá el mismo empeño.

La Fiscalía de Málaga ha instado en los últimos meses, por ejemplo, a jueces a que aprobaran la exhumación de los restos de un bebé en Rincón de la Victoria para realizar pruebas genéticas y determinar si correspondía a su familia o no. Ésa era una línea de investigación que reclamaron los familiares el pasado mes de mayo y que, por ahora, no ha obtenido los resultados deseados. Otra vía es crear un banco de muestras de ADN de todos los familiares denunciantes para poder cotejarlos con los de otras personas que sospechen que pudieron ser robados tras su nacimiento y entregados a otras familias. No obstante, está de momento paralizada ya que este tipo de pruebas tiene un coste económico que no todas estas familias se pueden permitir.

El caso de los bebés robados se ha reproducido en toda España y siempre con el mismo modus operandi, independientemente de la provincia en la que se produjera la denuncia. Mujeres jóvenes y con escaso apoyo familiar o económico acudían al hospital para dar a luz entre los años 50 y 80. Unas horas después del parto, el personal sanitario les informaba de que algo había salido mal y que el bebé había muerto aunque nunca les dejaban ver el cadáver ni enterrarlo. Estas familias siempre tuvieron sospechas pero no fue hasta hace apenas dos años cuando se empezaron a poner las primeras denuncias en los juzgados.

En Málaga la primera denuncia la puso Isabel Agüera en junio de 2010. Temía que su hermana, supuestamente fallecida tras el parto en el hospital Civil de Málaga en 1970, fue realmente dada en adopción o vendida a familias adineradas próximas al régimen franquista ya que la escasa documentación existente sobre la defunción era errónea.