La Fiscalía de Málaga ha solicitado hoy una pena de cuatro años de prisión para un irlandés acusado de tirar a su mujer por un balcón de un hotel de Marbella hace ocho años, rebajando así su petición inicial de 14 años.

El Ministerio Fiscal considera al acusado culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave, con la agravante de parentesco mixto, mientras que al inicio del procedimiento judicial mantenía que se trataba de un delito de homicidio simple.

Esta petición fiscal se ha producido después de conocer un informe pericial elaborado por expertos forenses de la Guardia Civil y un estudio contra-pericial realizado por un perito científico propuesto por la defensa.

Las conclusiones de la Guardia Civil establecen que la tesis sostenida por el acusado, que afirmó que su mujer había tropezado y caído al vacío, es falsa; mientras que el estudio científico asegura que lo que dijo el hombre podría ser cierto, además de tachar de "inadecuado" el procedimiento de los expertos del instituto armado en la simulación de los hechos.

Por su parte, la acusación particular pide para el británico quince años de cárcel por homicidio, mientras que la defensa del hombre pide su absolución porque considera que el suceso fue un accidente.

El acusado afirmó en su declaración que la víctima tropezó y cayó al vacío cuando corría para coger a su hijo de tres años, que estaba agarrado a la barandilla.

Según él, la noche de los hechos -el 11 de febrero de 2000- ambos habían salido a cenar y a tomar unas copas, y cuando llegaron al hotel ella intentó salir de nuevo "a seguir bebiendo".

En el juicio, afirmó que vieron cómo el niño se subía a la barandilla, por lo que ella corrió a cogerle, tropezó y cayó.

Fue entonces, según el acusado, cuando él la cogió y pidió ayuda a gritos, pero finalmente no pudo aguantar y la mujer terminó cayendo desde la cuarta planta del hotel Meliá Don Pepe.

Otro informe forense determinó que no había indicios en el cuerpo de la víctima que indicaran la existencia de un forcejeo entre ambos, por lo que apuntaba a que las lesiones producidas en la mujer se debían al impacto de la caída.

Uno de los testigos propuestos por la defensa era el hijo de la pareja, pero no pudo declarar, ya que se desmayó.

El padre  y la hermana del acusado dijeron que su familiar no era violento y que en ninguna ocasión observaron pruebas de que la mujer hubiera sido maltratada por su marido.

El juicio, que ha causado expectación entre los medios de comunicación británicos, continuará el lunes en la Ciudad de la Justicia de Málaga, a la espera de la entrega del objeto del veredicto al jurado popular para que éste se pronuncie.