El consejero de Fomento de la Junta de Andalucía, Felipe López, subrayó ayer que los retrasos en la ejecución del Metro de Málaga no tendrán "ninguna repercusión" en el billete que pagan los usuarios y previó que cuando termine alcanzará los 20,7 millones de usuarios. Así lo señaló en el Parlamento andaluz, en respuesta a una pregunta del portavoz de Podemos, Juan Antonio Gil de los Santos, que había mostrado su preocupación porque los "continuos retrasos e incumplimientos, que ya han provocado la desesperación de los vecinos" supusieran también un incremento del precio del billete.

López incidió en que el usuario no tendrá un mayor gasto pese al retraso de la obra y reclamó a Podemos que "contextualice" sus declaraciones porque, según ha alertado, "cuando se habla de sobrecostes, pudiera parecer que representa una irregularidad en la gestión", lo que no es así. "No hay ni un solo euro que no haya ido a los fines a los que tenía que ir, la ejecución de la obra", destacó. Al respecto, se refirió a algunos cambios en el proyecto inicial, como el de la estación María Zambrano, y recordó que los retrasos están asociados a decisiones tomadas por la Junta junto al Ayuntamiento.

En ese punto, pidió a la formación morada que, según su presencia en el Ayuntamiento, "contribuya a convencer al alcalde de que lo que estamos haciendo exige terminar el proyecto tal cual estaba definido" porque será la manera de "dar certeza a los ciudadanos y a los inversores que están acompañando a la Junta". "Si está convencido de que la sostenibilidad del transporte en las ciudades pasa por soluciones como el Metro o el tranvía, le pido coherencia y que, ahora que el Ayuntamiento parece que no es especialmente favorable a que los plazos acaben siendo reducidos, contribuyan a despejar las dudas", insistió.