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Málaga

Fontalba Capote duplicará su producción de vino en Almargen

  • La bodega malagueña Niño de las Salinas elabora caldos ecológicos y ha adquirido 30 hectáreas más que sembrará por fases

La bodega Niño de las Salinas, ubicada en la localidad malagueña de Almargen, fue fruto del amor de unos hijos por su padre y el sueño truncado de este último de poder elaborar su propio vino. Son relativamente jóvenes, pues sus viñas fueron plantadas hace 18 años, pero el crecimiento en la producción ha sido meteórico. Empezaron con cinco hectáreas, ya tienen 35 hectáreas y prevén duplicar su producción en los próximos años, pasando de unas 300.000 botellas actuales al año a unas 600.000. Producen vino ecológico y eso dispara sus costes. De hecho, todavía están en pérdidas, pero confían en ir recuperando terreno poco a poco gracias a la creciente demanda, principalmente, en el extranjero.

El padre de Andrés y Francisco Fontalba Capote, los fundadores de la bodega, tenía viñas y un lagar y siempre tuvo en mente crear una bodega. "Pero era 1950, estábamos en la posguerra y tuvo que desprenderse de todo para salvar a su familia, por lo que vio truncado el sueño de su vida de tener esa bodega", recuerda aún emocionado su hijo Andrés quien, junto a su hermano Francisco, le prometieron a su progenitor que algún día tendrían una viña y una bodega.

Ese día llegó en 1998, con la plantación de las primeras viñas en un terreno en Almargen, donde ya contaban con una fábrica de semillas y una sección agrícola desde 1986. Desde que se planta la viña hasta que se obtienen los primeros caldos hay que esperar varios años y el proceso se complica si se quiere hacer vino ecológico porque "es el doble de caro, ya que se tiene que hacer todo a mano, no se pueden echar líquidos y solo se pueden utilizar productos naturales", comenta Andrés Fontalba.

Elaboran vino blanco, tinto, rosado, pedro ximénez y moscatel con tres marcas. Una se llama Andresito, en honor a su padre, otra Al Fresco y la tercera Árbol que están inscritas en el consejo regulador Sierras de Málaga y Málaga. La mayoría de las ventas las realizan en España, pero ya exportan a Francia y Alemania y precisamente este pasado viernes suscribieron dos nuevos contratos con distribuidores en esos dos países. El peso exterior es aún muy pequeño, aunque uno de los retos de esta bodega, llamada Niño de las Salinas porque así se conocía a su padre en Cañete la Real, es crecer en Europa y en el presente ejercicio quieren acceder al mercado holandés y belga.

Su primer gran salto lo dieron en 2012 al producir el vino de 35 hectáreas. Fontalba adelanta que ya han adquirido otras 30 hectáreas más que sembrarán por fases con vistas a tener el doble de botellas en seis años. El hecho de ser ecológicos implica una serie de requisitos a cumplir. Por ejemplo, no se atreven a comprar uva de otras bodegas porque no saben si se han cultivado mediante proceso ecológico y una empresa certificadora les analiza cada año. Llevan tres años obteniendo la certificación ecológica de la uva y en agosto le darán la de la bodega.

Su lema es "espíritu joven e ideales antiguos" y lo siguen a rajatabla. "Mantenemos las normas que nos enseñaron nuestros padres y también se las hacemos cumplir a nuestros hijos, por lo que el crecimiento de la empresa depende de que se cumplan", comenta este empresario. Su padre falleció hace cinco años pero consiguió ver su sueño hecho realidad gracias a sus hijos.

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