Málaga

Golpe a dos bandas a las que atribuyen 67 robos en casas con moradores dentro

  • Una huella en una cajetilla de tabaco y las escuchas telefónicas contribuyeron a la investigación, que ha permitido 16 arrestos

Varios de los efectos intervenidos por la Guardia Civil.

Varios de los efectos intervenidos por la Guardia Civil. / m. h.

Fue una huella dactilar encontrada en una cajetilla de tabaco en una de las casas asaltadas la que llevó a la Guardia Civil a tirar del hilo hasta acabar asestando un duro golpe al robo de viviendas, que se ha saldado con la desarticulación de dos peligrosos grupos y el esclarecimiento, hasta ahora, de 67 asaltos, cometidos no solo en la provincia de Málaga, sino también en Granada, Córdoba, Jaén, Almería, Murcia y Burgos. Los investigadores han desarrollado dos operaciones simultáneas, en las que han detenido a 16 integrantes pertenecientes a sendas bandas y recuperado numerosos objetos de valor -entre ellos relojes de la marca Rolex- además de joyas, perfumes y dispositivos electrónicos. Los presuntos autores, que en su mayoría han ingresado en prisión, tienen menos de 30 años y cuentan con antecedentes por delitos contra el patrimonio.

La primera de las actuaciones, denominada Lake, se inició tras registrarse nueve robos en la zona del pantano de La Viñuela y concluyó con el arresto de los dos supuestos cabecillas de la banda, ambos marroquíes, y otras siete personas, de esta misma nacionalidad y española. En palabras del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el grupo, que era "muy activo", causó una enorme alarma social dado que en cada zona en la que recalaba protagonizaba una oleada de atracos en inmuebles en los que solía haber moradores. No dudaban en usar la violencia e intimidación y en dos ocasiones los autores amenazaron a las víctimas.

Málaga, Granada, Córdoba, Jaén, Almería, Murcia y Burgos, las provincias afectadas

Los investigadores del equipo de Policía Judicial de Vélez-Málaga y del Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga descubrieron que los miembros de la red, asentada en Roquetas de Mar, utilizaba para sus desplazamientos vehículos robados a los que les falsificaban las placas de matrículas y que quemaban una vez perpetrado el asalto con la supuesta intención de eliminar posibles pruebas. Un total de 45 casos han sido esclarecidos, cuatro de ellos en los dos últimos días.

La segunda operación, Noper, que arrancó después de un asalto en una vivienda de Alhaurín el Grande en marzo, suma siete detenidos (seis rumanos y uno italiano) y 20 robos destapados en Málaga, Granada y Córdoba. Actuaban por las mañanas en días laborables, aprovechando la asuencia de los moradores. Rompían, supuestamente, el bombín de la puerta de acceso y sustraían joyas y dinero que ocultaban en bolsos. Las pesquisas llevaron a la detención en Torremolinos del receptador del material robado.

La oleada de asaltos detectada en distintos puntos de la provincia obligó a los investigadores a llevar a cabo un análisis de la situación y a intensificar su labor en la provincia. En palabras del coronel jefe de la Comandancia, Jesús Esteban, el golpe ha sido fruto del esfuerzo realizado durante varios meses. "Nos habíamos llegado casi a acostumbrar, como autocrítica, a los robos", precisó. Cada denuncia de un ciudadano derivó en una inspección técnica ocular exhaustiva del lugar en el que se había producido el delito.

El mando policial ensalzó la labor de los juzgados de instrucción de Vélez-Málaga y Coín, competentes en ambas operaciones tras autorizar "medidas excepcionales", como las escuchas telefónicas, que hasta ahora sólo se empleaban para causas más graves. Son un último recurso que hay que fundamentar y el juez suele concederlas "en última instancia". Aunque Esteban reconoció las "dificultades" que entraña identificar todos los objetos sustraídos, la Guardia Civil "no cejará en su empeño" por continuar esclareciendo casos.

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