El Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREMA), en colaboración con la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga, dedicó el día de ayer, con diversos actos en el museo Alborania y en el puerto de Málaga, a los trabajadores del sector pesquero de la provincia, como muestra de agradecimiento por colaborar y fomentar la protección de delfines y tortugas marinas, así como el resto de especies protegidas.

La jornada comenzó a las 10:30, cuando pescadores de varias zonas de Málaga, -aunque predominaban los de la caleta de Vélez-, disfrutaron, junto a sus parejas e hijos, de una visita guiada por el museo, donde además disfrutaron del visionado de un documental sobre la conservación del delfín común. Finalizó a la 13:00 tras un agradable paseo en barco por la bahía malagueña con el fin de avistar algún delfín. También se tenía previsto presenciar la liberación de varias tortugas marinas al Mediterráneo, que están siendo cuidadas y atendidas por Crema, pero no pudo realizarse finalmente. Juan José Castillo, veterinario en el Aula del Mar lo explicaba: "No se han podido soltar aún por motivos de permisos; además el animal tiene que estar preparado para la situación. Tenemos programado para cuando las soltemos, hacer un evento como éste y que también acudan niños para concienciarlos".

Juan Antonio Martín, patrón mayor de los pescadores de Caleta de Vélez, estuvo presente. "Los pescadores estamos en defensa de la protección de las especies marinas, siempre que pillamos a una tortuga o algún mamífero marino, los soltamos o llamamos rápidamente a las ONG", expresaba el marinero, a lo que añadió: "El año pasado ya nos invitaron a una suelta de tortugas. Es una pena que este año no haya podido coincidir esta vez".

Hay que destacar que en esta campaña de sensibilización se ha avanzado mucho, pero todavía no está todo andado. José Luis Mons, biólogo en Aula del Mar confesaba en el barco: "Va mejorando la sensibilización con las especies marinas, aunque hay que destacar que mientras las nuevas generaciones de pescadores se muestran más proclives a colaborar, los más veteranos mantienen aún una mentalidad más antigua que hay que modificar".

Sin ir más lejos, contrastaba la opinión de un padre y su hijo, ambos pescadores, cuando el mayor decía que este tipo de actos "es bueno para que los niños aprendan lo que es la pesca", mientras el más nuevo sostenía: "Con jornadas como la de hoy, los niños se mentalizan desde pequeños en fomentar la buena actividad marina".

Una embarcación que, en vista de que ninguna criatura marina se atrevió a asomarse, terminó por convertirse en un agradable paseo, con la mar y las especies marinas como tema de conversación.