Málaga será un poco más accesible para todos. Una nueva fase del Plan de Accesibilidad del Ayuntamiento ya está en marcha y gracias a ésta, se eliminarán a corto plazo hasta 602 barreras arquitectónicas en los distritos de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero. Esta es la primera actuación que coordina la nueva concejalía que preside Raúl López, en marcha desde el presente mandato municipal.

Las actuaciones se han llevado a cabo en coordinación con los diferentes colectivos vecinales de los citados distritos. Principalmente consisten en la creación y reforma de vados, así como en la instalación de avisadores acústicos. "Queremos crear circuitos e itinerarios accesibles para todos", matiza López. En este sentido, los enclaves en los que había una acera accesible y otra no, han sido prioritarios.

Del total de actuaciones proyectadas en esta fase del Plan de Accesibilidad municipal, muchas son restauraciones. No sólo por la mala conservación de algunas infraestructuras, sino incluso por su mala construcción inicial. "Hemos insistido mucho con las empresas que llevarán a cabo el proyecto en conseguir la cota cero. No puede quedarse los típicos escaloncitos de dos centímetros, muchos de los que ahora tenemos que eliminar por las dificultades que generan", añade López.

Tras varios meses de reuniones con la mayoría de colectivos de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, la nueva Concejalía de Accesibilidad Universal ha configurado un relación de actuaciones a llevar a cabo. El presupuesto para este proyecto es de 600.000 euros. El siguiente distrito donde el Consistorio eliminará las barreras arquitectónicas será Bailén-Miraflores. "El presupuesto no tiene que ser ni más, ni menos que éste [en alusión al proyecto iniciado]. Dependerá en función de la demanda y de los obstáculos que existan", subraya el edil.

El Plan de Accesibilidad es un proyecto a largo plazo a realizar en toda la ciudad, con objeto de hacerla transitable por todos los ciudadanos, tengan o no discapacidad de algún tipo.