Málaga

Investigadores prevén un recorte del 25% de las ayudas y el frenazo del sector

  • El colectivo advierte que se creará una bolsa de paro porque se reducirán los contratos · Los profesionales aseguran que ya se han empezado a retrasar y a recortar las contrataciones

Son malos tiempos para la investigación, esa labor casi quijotesca de la que dependen los avances contra el cáncer, la diabetes, el alzheimer y tantas otras enfermedades. Pese a los anuncios del Gobierno de que los recortes motivados por la crisis no afectarán al sector, los investigadores coinciden en que la financiación para los proyectos se reducirá a partir del próximo año entre un 20 y un 25%. Un dato que se añade a la confirmación de que Farmaindustria retira los fondos para los próximos dos años con los que la Junta preveía construir un instituto de investigación biomédica que era la primera pieza del megahospital.

La realidad a la que se enfrentan estos profesionales es poco halagüeña. "Ya se están empezando a retrasar y a recortar contratos", aseguraba un investigador. Otro añadía que los presupuestos para los ciber -que son grupos de distintos hospitales, pero que trabajan en red- se reducen al menos un 20%. Eso sin contar que los investigadores ya han sufrido el recorte salarial dispuesto en el tijeretazo. "Incluso se han recortado los sueldos de algunos que no son funcionarios y que cobran con fondos europeos", denunciaba un profesional.

El frenazo llega justamente cuando la investigación biomédica en Málaga había empezado a despegar. En la última década, la financiación para proyectos se había multiplicado por 17 al pasar de 300.000 euros anuales a más de 5 millones. Este crecimiento seguía la misma tendencia nacional. Hace unos años, España destinaba el 0,6% del Producto Interior Bruto a la investigación biosanitaria, un porcentaje que en la actualidad se sitúa por encima del 1%. La cifra supone un avance, pero todavía es la mitad de lo que dedican Francia, Alemania o Gran Bretaña y apenas un tercio de lo que destina Estados Unidos. Tras un lustro de expansión, los profesionales malagueños vaticinan que ahora con los recortes derivados de la crisis se creará una bolsa de parados en el sector y que se "cercenará a una generación de investigadores".

El cogerente de la Fundación Imabis -la institución que agrupa a los investigadores de la provincia- no es tan pesimista. Javier Estebaranz asegura que los proyectos que ya están en marcha no sufrirán recortes y que existe el compromiso del Ministerio de Innovación de salvaguardar a la investigación de las reducciones presupuestarias.

El 62% de la financiación destinada a investigación biosanitaria proviene del sector público. El 38%, de la iniciativa privada. De estos últimos fondos, el 80% salen de la industria farmacéutica y el 20% de fundaciones, sociedades científicas o entidades financieras. Estebaranz cree que sí se reducirán las aportaciones de este último bloque, que apenas representan el 5% del total. "La financiación privada diferente a la de la industria farmacéutica sí se resentirá, pero es un porcentaje pequeño en el conjunto de la investigación biosanitaria", apuntó. En la provincia hay unos 800 investigadores dedicados a buscar soluciones para las patologías que sufre la población. Son el doble que hace un lustro.

Unos 200 trabajan a tiempo completo y 600 tienen dedicación parcial porque son médicos o enfermeros que aparte de atender pacientes, investigan para tratar de solucionar aquellos problemas que vean a diario en sus consultas. Ellos mejor que nadie saben de los efectos de algunas enfermedades y por eso luchan por buscar tratamientos eficaces.

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