La Policía Local de Málaga investiga la aparición de decenas de recipientes de líquidos químicos utilizados para el revelado fotográfico que fueron abandonados en un descampado de la barriada de Churriana. Estos productos, cuya eliminación debe ser controlada, son altamente contaminantes y, en lugares cerrados donde se puedan concentrar sus vapores, pueden causar problemas de salud a las personas, como mareos o náuseas.

Fuentes policiales informaron de que se tuvo conocimiento del hallazgo a través de la colaboración ciudadana y que se envió al lugar a especialistas del Grupo de Medio Ambiente. Éstos comprobaron que en un campo había decenas de recipientes que contenían los citados productos. Aunque estaban vacíos, muchos de ellos aún contenían restos cuyo vertido podía causar graves perjuicios a la vegetación y a la fauna del lugar, siempre y cuando lo ingiriesen.

Los agentes observaron que los botes estaban debidamente etiquetados y comenzaron a realizar pesquisas con la empresa que los había vendido pero, a pesar de que son productos considerados tóxicos, no se llevaba un registro de los clientes que los adquirían.

Las indagaciones prosiguen en la actualidad y los investigadores continúan intentando averiguar quien abandonó los recipientes. Lo que sí quedó claro es que, por su alto número, se tuvo que emplear un camión, y que posiblemente actuaron a una hora en la que no podían ser vistos.

Las fuentes consultadas explicaron que estos líquidos deben ser entregados en empresas especializadas para su tratamiento y eliminación y que el abandonarlos sin ningún control representa un delito medioambiental, además de recordar las consecuencias negativas que puede tener en la fauna y la flora. No se consideran muy tóxicos para los seres humanos -a no ser que a alguien los consuma por accidente-, aunque en zonas poco ventiladas los gases que emanan pueden desencadenar malestar.