Un hombre de 63 años está siendo investigado penalmente como presunto autor de un delito de maltrato animal y varias irregularidades administrativas tras una actuación de la Policía Local de Málaga, que ha descubierto que varios equinos suyos presentaban signos de desatención y desnutrición.

Agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) de este cuerpo de seguridad encontraron cuatro equinos en los que se apreciaba un pronunciado marcado de sus estructuras óseas a nivel de cruz, costillas y cuartos traseros, sin grasa en el cuello y con el pelaje sin brillo.

Los agentes comprobaron que, si bien había dos bidones con agua, los comederos estaban vacíos y no había comida en todo el recinto, ante lo que el responsable adujo que con motivo del confinamiento decretado en el estado de alarma motivado por la pandemia por coronavirus no había podido llevarles comida con regularidad.

La Policía Local ha informado este lunes en un comunicado de que procedieron a identificar a los equinos mediante lector de chip: una yegua de 19 años en cuya cartilla equina aparecía como propiedad de otra persona; una burra con heridas en las patas delanteras y sin documentación; otra yegua de 15 años y una potra de menos de un año.

Los agentes conocieron que a esta persona le constaban otros seis caballos más en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA), de los que dos estaban cerca en una zona de campo, dos yeguas de cinco y siete años en un estado de desatención y desnutrición, con las costillas marcadas y los cascos dañados por falta de cuidados.

Tenían pronunciado marcado de sus estructuras óseas, sin grasa en el cuello y con el pelaje sin brillo

Los policías le comunicaron que remitirían oficio dando conocimiento de todo lo actuado a la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.

El veterinario municipal informó de que presentaban todos una delgadez muy acusada por clara carencia de nutrición, sin poseer alimentos a su disposición, y que en el caso de la asna presentaba heridas en extremidades causadas por picaduras de moscas y autolesiones por el picor no tratadas por el cuidador.

Los agentes remitieron las diligencias a la Fiscalía Provincial de Málaga tras concluir unas pesquisas iniciadas el pasado junio en unas cuadras de la calle Salvador de Madariaga.