La Rosaleda seguirá en pie mientras no exista otro estadio deportivo que preste, como mínimo, el mismo servicio público al área metropolitana de Málaga. Por si quedaba alguna duda al respecto en la operación urbanística planteada en los terrenos del campo de Martiricos -que dibuja 404 viviendas y 15.000 metros cuadrados de suelo comercial- y diseñada para financiar en parte otro estadio mayor si España lograba el Mundial de 2018 y Málaga era por tanto subsede, la Junta introdujo hace poco más de un mes un nuevo condicionante.

La Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (Cotua) que aprobó el pasado 21 de diciembre el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, incluyó entre sus correcciones al documento una referencia a la operación urbanística prevista en los suelos de La Rosaleda. El órgano autonómico señaló que en la ficha urbanística se deberá establecer un nuevo condicionado para "garantizar el previo traslado del campo de La Rosaleda", conforme a lo fijado en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga, ya que éste recoge la red de equipamientos metropolitanos. También se insta a realizar una "expresa indicación y calificación de los suelos donde se vaya a construir el nuevo estadio de fútbol", el Qatar Stadium de 65.000 que quiere promover el jeque catarí dueño del Málaga CF, Abdullah Al-Thani, en unos terrenos de los que aún se desconoce su localización y calificación urbanística.

El dictamen de la Cotua recuerda que el artículo 65.4 del Potaum establece en relación a los equipamientos metropolitanos, como es el caso de La Rosaleda, que el suelo, las instalaciones y las construcciones afectadas "sólo podrán ser desafectados cuando se haya procedido a su previo traslado, o haya dejado de prestar servicio por resultar éste innecesario".

Esa exigencia de la Junta, como una de sus condiciones para aprobar el nuevo PGOU de la ciudad, se produjo apenas una semana después de que el Ayuntamiento manifestase su interés en mantener abierta la posibilidad de recalificar los terrenos de La Rosaleda para financiar un nuevo estadio. El propio concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, dijo el 15 de diciembre, cuando España y Portugal perdieron la elección y Rusia se adjudicó el Mundial de 2018, que esa eliminación "no tiene por qué suponer que renunciemos a esa opción". El edil subrayó entonces que en el nuevo planeamiento se fija un plazo de un año para decidir qué hacer con la operación, con unas plusvalías que valoró en 20 millones de euros, pero que según otros consultores privados podría acercarse a los 30 millones.

En esas mismas fechas, el Málaga CF envió a las tres instituciones propietarias de La Rosaleda (Ayuntamiento, Junta y Diputación) una propuesta para comprar el recinto al precio que costó en 1995 (3,3 millones de euros actualizado con el IPC), para financiar con la operación urbanística parte de la construcción del nuevo estadio que ha anunciado el jeque catarí. La oferta no contemplaba los 36 millones de euros invertidos por las tres administraciones en la reconstrucción completa de La Rosaleda, cuyas obras fueron inauguradas en 2006.