Los padres del CEIP Sierra de las Nieves, en protesta desde hacía tres días por las malas condiciones de las instalaciones del centro, tuvieron ayer una buena noticia. El delegado de Educación se comprometió a que a comienzos de las vacaciones de verano se iniciarán las obras de sustitución integral de las cubiertas de los dos edificios de mayor antigüedad. Goteras y encharcamientos han dejado un aula cerrada y cuatro más prácticamente inutilizadas, además de pasillos, escaleras y un gimnasio anegados. Desde el pasado miércoles la totalidad del alumnado no ha asistido a clase.

El pasado jueves, según afirmó ayer la presidenta del AMPA, un técnico de la Junta en compañía de un perito municipal visitaron las instalaciones para valorar el estado del colegio y "corroboró lo que otros ya habían dicho durante los últimos años, que las clases no están habitables", dijo Remedios Martínez. "Afirmaron que iban a pasar un informe al delegado para intentar que se acometiera la obra por vía urgente", añadió la presidenta del AMPA. Algo que finalmente parece que va a ser una realidad.

No obstante, a los padres les preocupa la reubicación de los alumnos que daban clase en estas cinco aulas, aunque desde la Delegación aseguran que el propio centro ya tiene un plan alternativo para los pequeños. "Cuando tengamos por escrito el compromiso del comienzo de las obras en cuanto acaben las clases en junio y sepamos dónde van a trasladar a los niños volveremos a la normalidad", explicó Martínez. La pretensión de los padres es que los escolares inicien nuevamente la actividad en las aulas tras la semana blanca.