La construcción del Metro de Málaga en la Alameda Principal sufre un nuevo sobresalto. La terminación de la fase de ejecución actual, correspondiente a la infraestructura y la superestructura del tramo Guadalmedina-Atarazanas, se pospone por tercera vez. La Junta de Andalucía acaba de dar luz verde a una nueva prórroga en los plazos de terminación del tajo a los que estaban comprometidas las empresas adjudicatarias, Acciona y Sando. La fecha de terminación de esta parte de las actuaciones queda fijada para el próximo 4 de diciembre, a seis meses vista.

Aunque el efecto sobre el desarrollo de esta parte del ferrocarril urbano no se dejará sentir sobre el ya alterado presupuesto de la obra, sí vuelve poner en evidencia la dilación con la que la que se está acometiendo la parte final del trazado del ferrocarril urbano. El tramo objeto de esta variación fue adjudicado el 25 de febrero de 2015, quedando formalizado el contrato el 23 de marzo de ese mismo año.

De acuerdo con la oferta seleccionada, la ejecución de los muros pantalla, la excavación del túnel, la reposición de la calle en superficie y la instalación de las vías iba a requerir de 28 meses; o lo que es lo mismo, de haberse cumplido la proposición, la infraestructura habría estado acabada a finales de julio del año 2017. Casi dos años después, no sólo no está finalizada, sino la duda sobre el momento en que ello tenga lugar sigue presente.

Conforme a la documentación oficial recogida por la Agencia de Obra Pública, la de ahora es la tercera de las prórrogas acordadas la contrata. Antes, hubo otra según la cual el calendario de finalización se extendía hasta el 3 de julio de 2018. Como esa fecha también se incumplió, se tramitó una segunda que aplazaba la nueva fecha al pasado mes de abril. A diferencia de las otras dos modificaciones ya formalizadas, la segunda trajo consigo un incremento en el coste del proyecto de 2.121.364 euros (IVA incluido).

La pretensión de que a finales del presente ejercicio esté completada esta fase de la intervención viene a coincidir con el deseo de la Junta de poder tener repuesta en superficie el lateral norte de la Alameda para ese momento. Una reurbanización en la que ya se está trabajando desde hace algunas semanas y que vendrá a copiar el modelo ya en desarrollo en la parte sur de la misma calle.

A las importantes repercusiones temporales que las mencionadas prórrogas tienen sobre esta obra, hay que sumar la alteración económica que viene sufriendo el presupuesto de construcción del Metro en la parte final de su recorrido. El tramo fue licitado con un valor inicial de 44,6 millones de euros (IVA incluido), siendo adjudicado por una suma muy inferior: 26,6 millones.

Pero buena parte de estos 18 millones de diferencia ya se han esfumado. En los más de cuatro años ya transcurridos, la Junta ha tramitado y aprobado tres proyectos complementarios por valor de 9,2 millones de euros. Conforme a estos números, el coste derivado de la ejecución de los casi 300 metros de tramo alcanza ya los 38 millones de euros. A estas variaciones hay que sumar aún otro relacionado con la reurbanización del tramo.

El mayor de los agregados, cifrado en unos 5,6 millones, estuvo vinculado con los trabajos arqueológicos realizados en la zona, incluyendo la salvaguarda de los restos de los muros este y oeste del fuerte de San Lorenzo. El acuerdo alcanzado por la Junta y el Ayuntamiento incluye la adaptación de la reurbanización para que una parte del hallazgo sea visible desde la superficie de la calle.