El de ayer no ha sido el fuego más grave que los vecinos de Mijas han sufrido en los últimos años, pero para muchos fue inevitable rememorar el devastador incendio que arrasó más de 1.100 hectáreas hace siete años.

Eran las 11 de la noche del 18 de julio de 2001 cuando la voz de alarma saltó entre los vecinos del pueblo que advirtieron la rapidez con la que se propagaban las llamas de lo que se convertiría en uno de los incendios forestales más devastadores que se recuerdan en la provincia de Málaga y que se produjo como consecuencia de una chispa de un todoterreno averiado en la carretera próxima a la sierra.

Siete años después de aquel trágico siniestro, que calcinó más de 640 hectáreas de arbolada y otras 500 de suelo urbano y que sembró el terror entre las decenas de familias que aquella madrugada tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas, aún se puede apreciar la triste huella de las llamas.

Los esfuerzos de la administración autonómica por regenerar la zona devorada por el fuego no han sido suficientes. Aunque en todo este tiempo la naturaleza también ha actuado por su cuenta y ya comienzan a aparecer los primeros rebrotes de pinos, esparragueras y palmitos que contribuirán a regenerar la sierra de manera natural.

El seguro del coche que originó el incendio tuvo que pagar 2,5 millones de euros por los daños causados y los gastos sufragados tras el funesto incendio. De hecho, la entidad aseguradora alemana Volksksfürsorge hizo efectivo el talón a la Delegación Provincial de Medio Ambiente el pasado mes de abril.

La indemnización se empleará en los terrenos públicos afectados del monte Sierra Blanca y Bermeja, así como en las obras de emergencia para la corrección hidrológica forestal en prevención de riesgos de inundaciones para el casco urbano de Mijas.