Medio Ambiente

Localizado un foco de larvas en los sótanos de los edificios de Sacaba

  • Al menos un chiringuito de la zona se ha visto obligado a cerrar durante tres noches por la presencia de los mosquitos.

Entre los semisótanos de los bloques de pisos de Sacaba, por la calle Mirador de África, los mosquitos que llevan incordiando todo el verano a gran parte de la población malagueña tienen un punto de quedada. Ahí, en el agua estancada que llega de los depósitos, estos astutos y molestos insectos han encontrado un dulce hogar para procrear. Un número abundante de larvas descansaban estos días en esta zona esperando a eclosionar y alimentarse con descaro de los ciudadanos.

Luis Medina, director general de Medio Ambiente, y la empresa Athisa informaron del hallazgo a este periódico. Igualmente, comunicaron que en la mañana de ayer el Ayuntamiento procedió a aplicar larvicida en la zona afectada. No obstante, la urbanización ya cuenta con una empresa privada encargada del control de plagas que será la encargada de realizar la limpieza. Así pues, Medina comunicó que se puso en contacto con el administrador de los apartamentos para informarle de la situación e indicarle que pusiera solución. Por lo que parece ese punto es ya un lugar habitual donde los mosquitos se llevan instalando esta temporada. Así lo confirmó el propio Jacobo Trabalcón, gerente de las viviendas. Según declaró, el agua procedente de los depósitos llega y se estanca allí: "Tenemos dos bombas de achique pero el agua sigue llegando". Como consecuencia, la presencia de larvas en los subterráneos está siendo usual en el verano, exterminados ya en varias ocasiones. Bioprotect es la empresa encargada del control de plagas del residencial. Trabalcón comunicó que el vecindario cuenta con un contrato anual y que cada mes hacen revisión de la zona. "Ahora con lo de los mosquitos tenemos acordado un plus para los dos focos de infección", corroboró. "En lo que va de temporada han venido cuatro o cinco veces ya", reiteró. Ahora, tras el último hallazgo de ayer, el hombre informó que en los próximos días Bioprotect se encargará de volver a limpiar el subsuelo de larvas de mosquitos.

Pero este no puede ser el único foco de concentración. Por su parte, Luis Medina, informó que, después de que la inspección no diera resultados positivos ni la desembocadura del río Guadalhorce ni en la depuradora de las inmediaciones del mismo, el Ayuntamiento continuará con la búsqueda en todos los puntos en los que los ciudadanos informen de la presencia de mosquitos. "Seguiremos dando vueltas", declaró el director de medio ambiente.

Las quejas entre la población, no cesan, es más se reiteran a diario. Los negocios colindantes también se están viendo afectados. Los dueños y encargados de los chiringuitos de las playas declaran que la situación es casi insoportable y que trabajar así es muy incómodo, tanto para los cameros como para los clientes. Algunos como el caso del Meredero Ginés, un restaurante de Sacaba, se ha visto obligado a cerrar durante tres noches, sobre las 20:00 porque se ha hecho muy difícil trabajar y los clientes apenas aguantaban allí. "Hemos tenido que cerrar las noches del lunes, martes y miércoles", declaró el encargado, José Manuel García Martín. "Hoy [ayer] ni hemos esperado a las ocho, a las siete ya nos hemos ido", confirmó. Aunque otros no se han visto en esa situación si reconocen que aparte de estar llenos e picaduras, los comensales han tenido que irse. "Es una pasada, no podemos aguantar el dolor de las inflamaciones y encima no van casi clientes al chiringuito", relató Sonia Lucas Galacho, dueña de Kaluna.

Los ciudadanos también se unen a las protestas. "No se puede hacer una vida normal, es una picadura detrás de otra", se quejaba María José Bermúdez, una vecina de Sacaba. "Sales diez minutos y vuelves con cuatro picaduras. Además a los días se hinchan, se ponen moradas y necesitan atención de asistencia médica", reclamaba Álvaro Zamora, otro residente de la misma zona. "Deberían hacer ya algo eficaz. Que encuentren ya el foco porque estamos desesperados", consideraba Encarna Rico, una asistenta que acudía a trabajar y afirmaba que los mosquitos "la comían".

¿Por qué está siendo tan difícil localizar a los insectos? ¿dónde se esconden? Lo cierto es que para tener cerebro de mosquito,los bichitos están siendo bastantes hábiles para no ser encontrados y acabar con la paciencia de los vecinos, que piden desesperados una solución definitiva.

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