Málaga

Málaga le pone acento andaluz al AVE de La Meca

  • La multinacional tiene 1.600 empleados en Andalucía y centros globales de producción que participan en proyectos de vanguardia en campos como el ferroviario o la sanidad

El AVE entre Medina y La Meca (Arabia Saudí), el mayor proyecto internacional de infraestructuras ejecutado por un consorcio empresarial español, incorpora talento andaluz. Cuarenta de los 400 ingenieros del Centro Global de Producción de Indra en Málaga trabajan en el sistema DaVinci, plataforma de gestión ferroviaria que incorpora la conexión de alta velocidad entre las dos ciudades sagradas del islam.

DaVinci, desarrollado durante cuatro años por un equipo de 150 expertos procedentes de los diferentes centros globales de producción de la compañía tecnológica en el mundo, integra todo lo que tiene que ver con el funcionamiento de un AVE: la planificación de la explotación, seguimiento de la circulación en tiempo real, enrutamiento automático de los trenes, apoyo a la regulación del tráfico o la señalización, entre otros múltiples cometidos. Esta plataforma se comenzó a instalar en 2008 en Feve, la división de vía estrecha de Renfe, y en el centro de regulación y control de Zaragoza.

A partir de ahí, DaVinci, desarrollado por Indra pero propiedad intelectual de la entidad pública Adif, se ha implementado en los 3.000 kilómetros de alta velocidad de España, así como en los ferrocarriles de Marruecos y Lituania. El AVE a La Meca es su próximo destino, al que seguirán los casi 2.000 kilómetros que alcanzará la red de alta velocidad en Turquía.

El proyecto en Arabia Saudí es, posiblemente, el más emblemático por la envergadura global del contrato (10.000 millones de euros), las múltiples dificultades técnicas, económicas y de plazos que han entorpecido su ritmo y, sobre todo, porque es un símbolo de la marca España, en el que más allá de los miembros del consorcio (Renfe, Adif, OHL, ACS, Talgo e Indra) adjudicatario del contrato, se han involucrado las altas instituciones del Estado.

Por el momento está previsto que la circulación de trenes del corredor de alta velocidad comience antes de finales de año en operaciones reducidas con pasajeros, para iniciar la fase comercial plena en marzo de 2018.

Los 40 ingenieros del centro de desarrollo de Málaga adscritos al área ferroviaria se ocupan de la adecuación e integración del proyecto del denominado AVE del desierto, y con anterioridad participaron en los realizados en Lituania y Marruecos, así como en los desarrollados para Adif.

El centro de Málaga también se ocupa de lo que denomina ticketing para metros. Se trata de tecnología inalámbrica relacionada con la expedición, cobro y control de billetes implantada en los metros de Kuala Lumpur (Malasia), las ciudades indias de Calcuta, Delhi y Mumbai y El Cairo (Egipto), además de herramientas para la gestión del tráfico y de los peajes de autopistas de México, Argelia e Israel. En el caso del Metro de Málaga se ha encargado tanto del ticketing, como del desarrollo y puesta en marcha del centro de control desde el que se gestiona tanto el tráfico ferroviario como las estaciones. Junto al área ferroviaria y de transporte, este centro global de producción también trabaja en las áreas de energía y administraciones públicas.

Indra, con 34.294 trabajadores en 140 países y ventas por importe de 2.709 millones al cierre de 2016, cuenta con 1.600 empleados en Málaga, Cádiz y Sevilla. Indra cuenta con 23 centros de producción, de los que nueve (cinco en España y cuatro en otros países) tienen la etiqueta de globales. De ellos, dos están en Andalucía (Málaga y Sevilla), donde además cuenta con otros centros de trabajo y oficinas distribuidas tanto en estas dos provincias como en Cádiz.

Junto al de Málaga, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), donde trabajan en la actualidad 400 personas si bien Indra calcula que la plantilla de doblara en dos o tres años, figura el Centro de Excelencia de Salud Digital Avanzada, que arrancó a finales de 2010 en el parque empresarial Morera y Vallejo de Sevilla y que tiene en la actualidad con 200 puestos de trabajo.

Desde el Centro de Excelencia de Salud Digital Avanzada de Sevilla se desarrolla y dirige Mymed, un abanico de productos tecnológicos para sanidad orientados a la atención primaria y especializada (Health Network), un repositorio de datos clínicos interoperables (Health Data) y soluciones que cubren los procesos de información, seguimiento, gestión de trámites y atención sanitaria multicanal (Health Connect).

Los especialistas de este enclave también apoyan y desarrollan otros proyectos como el Diraya, el sistema del Servicio Andaluz de Salud que gestiona el 95% de las historias clínicas de los andaluces y da soporte a 100.000 profesionales. Esta herramienta integra toda la información de los pacientes en una historia de salud única a la que se puede acceder en el momento y en el lugar que lo precisa el usuario. También permite controlar el flujo de pacientes para coordinar diagnósticos y tratamientos.

La teleasistencia y la medicina personalizada es otra de las especialidades de un centro inserto en la estrategia mundial de la compañía en el campo de la salud. Por ejemplo, los expertos de Sevilla han colaborado en Oncoexpert, una herramienta basada en tecnologías analíticas que facilita el modelado de las enfermedades oncológicas y la selección de las terapias más adecuadas para tratar el tumor de cada paciente.

Además, la multinacional tecnológica española tiene en activo otros 14 centros locales de producción, de los que cinco están ubicados en España y nueve en otros países.

El despliegue andaluz de Indra responde en gran medida a la existencia de instituciones académicas que proporcionan cantera cualificada. Fuentes oficiales de la compañía precisan que para establecer los centros de trabajo y producción global se valora "especialmente contar con universidades cerca que le puedan aportar talento, además de establecer acuerdos con otros centros del conocimiento para llevar a cabo desarrollos conjuntos de I+D+I".

En este sentido, la multinacional española ha lanzado este año el programa Smart Start para incorporar a 1.500 universitarios y recién titulados. En 2013 creó en la Universidad de Málaga la que ha sido su décimo tercera cátedra de investigación con el objetivo de promover el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para crear ciudades más accesibles y crear una plataforma abierta que permita a cualquier interesado desarrollar aplicaciones en este ámbito. Además, ha firmado con la Universidad de Granada un convenio para colaborar en asesoramiento, investigación, desarrollo y formación. Estas actividades se suman a los proyectos de I+D que desarrolla con la colaboración de grupos de investigación de las instituciones académicas.

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