infraestructuras | consulta a colectivos sobre el presente y futuro del suburbano

Málaga exige un acuerdo cierto que garantice el Metro

  • Varios colectivos cuestionan al alcalde por incumplir lo pactado con la Junta e insisten en que las dos administraciones avancen de la mano PSOE e IU culpan al alcalde de que el proyecto pueda quedar en nada

Una llamada al acuerdo y al entendimiento. Eso hicieron ayer numerosos colectivos sociales, empresariales y políticos consultados por Málaga Hoy ante el enésimo conflicto surgido en torno al Metro y a la ocurrencia del alcalde, Francisco de la Torre, de sustituir la idea del tranvía hasta el Hospital Civil por una plataforma para autobuses. Si bien algunas organizaciones apuntan directamente al regidor como responsable máximo, otras prefirieren rebajar la tensión e insisten en la necesidad de que la Junta de Andalucía y el Consistorio aprovechen el encuentro del lunes para dibujar una hoja de ruta que garantice la puesta en servicio del suburbano y la continuación de la infraestructura.

"Estoy convencido de que habrá acuerdo y un planteamiento sensato", espera Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Apela "al sentido común" de los dirigentes. "Nunca se había hablado de algo distinto al Metro; lo del autobús es un añadido", dice sorprendido, al tiempo que considera que introducir ese elemento puede "perjudicar a la viabilidad de un proyecto basado en un acuerdo entre las partes".

González de Lara no quiere buscar "ni buenos ni malos" y defiende no dar argumentos al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que frene el aporte de 46 millones pendientes de abonar a la obra. A pesar de ello sí entiende que existen unos compromisos. "No nos atasquemos en lo que está acordado con otras fórmulas de movilidad que no eran las pactadas", añadió.

En esta misma línea se pronuncian los responsables de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, y la secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), Violeta Aragón. El primero es conciso en su argumentación: "Lo lógico es que se siga con el proyecto que se había pactado, no podemos estar todos los días cambiando", señala Pérez Casero. Mientras, Aragón muestra su preocupación al ver cómo "cada día sale una noticia diferente sobre el tema".

"Hay un problema de fondo, que es el económico, pero el despilfarro será mayor si la infraestructura se queda sin uso", dice. "Hay que buscar una solución inmediata, que pasa por conseguir la puesta en uso del Metro, no dejarlo a medias; no entiendo que hace un mes se anunciase un acuerdo y que estemos otra vez en las mismas", insiste la secretaria general de la ACP, que subraya "la pérdida de credibilidad de los acuerdos políticos".

Felipe Romera, que sigue esperando que alguien se acuerde de llevar el Metro hasta el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), coincide en la necesidad de poner en carga aquello que está terminado. "Pareciera que buscamos excusas para no ponerlo en marcha; hay una infraestructura en la que nos hemos gastado mucho dinero y no creo que el que vaya al norte afecte a su entrada en funcionamiento", opina. Esta visión contrasta con los datos que maneja la Administración regional, que insiste en que sólo es viable si alcanza la mitad de la Alameda bajo tierra y el entorno del Civil en superficie. "Lo único que ven los ciudadanos es que el Metro se retrasa y eso no es bueno; que se pongan de acuerdo siempre es bueno", apunta.

El hastío que genera la pugna entre las partes queda de manifiesto en las palabras de Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos. "Es una de las muchas peleas entre partidos y administraciones; hay que pedir que se aclaren y sean coherentes con las cosas que acuerdan y las decisiones que toman", afirma Vargas, que reclama "rigor y cordura". "Ni esta ciudad ni ninguna se puede permitir este continuo discutir", declara.

En la parte vecinal, el mensaje apunta igualmente a la necesidad de mantener una hoja de ruta. "La improvisación es la idea fuerza del alcalde", comenta Ramón Carlos Morales, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Unidad. Éste, que está en desacuerdo con el Metro en superficie hacia el norte, reclama, especialmente al alcalde, más seriedad. "Todas estas cuestiones se tendrían que haber planteado cuando hubo tiempo, lo que no se puede hacer ahora es en diez días poner encima de la mesa una solución que se ve absolutamente improvisada", apostilla.

Por su parte, el presidente de Cívilis, Antonio Fuentes, lamenta que el trazado hacia el Civil pueda estar afectando a los dos ramales ya ejecutados. "Salvo que influya en la financiación; si es así, lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es decir rápido y pronto cuál es el trazado que quiere para el Metro en superficie, porque de lo contrario salimos perdiendo todos los malagueños".

La posición adoptada, inicialmente, por el regidor sí tiene el aval de Jesús Burgos, presidente de la Unión de Consumidores (UCE) en Málaga. "Lo que estaba previsto es que esa línea fuese soterrada; se está hipotecando el futuro de la ciudad yendo por arriba", expone. A su juicio, "es un absurdo poner líneas de tranvía". Más cauto en su exposición se muestra el presidente de la Agrupación de Cofradías, Eduardo Pastor. Aunque su preocupación reside fundamentalmente con la obra que tocará a la Alameda Principal, al ser parte del recorrido oficial de las procesiones de Semana Santa, sí coincide en la importancia de las diferencias actuales sean arregladas "entre todos por el bien de la ciudad".

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