Málaga

Málaga sale airosa en incendios en un verano nefasto para Andalucía

  • El periodo estival más seco en una década ha visto su contraparte con unos meses más frescos

Málaga sale airosa en incendios en un verano nefasto para Andalucía

Málaga sale airosa en incendios en un verano nefasto para Andalucía

Andalucía está viviendo uno de sus veranos más infernales. Más de 15.000 hectáreas ardidas en lo que va de año convierten el presente verano en el peor de la última década, superando con creces -a falta de tres semanas para el final de la temporada de alto riesgo- las 12.681 hectáreas quemadas durante todo el 2015, considerado hasta la fecha el periodo estival más nefasto de los últimos diez en la comunidad autónoma. Sin embargo, a Málaga por el momento le está saliendo la cara de la moneda, ya que de seguir la actual progresión finalizaría la temporada de alto riesgo en niveles similares a los del año pasado.

En la presente campaña Infoca ha efectuado hasta el momento 86 intervenciones en terrenos forestales, de las cuales 67 de ellas han sido para sofocar conatos (fuegos calcinan menos de una hectárea), y los 19 restantes, incendios. Las llamas del total de intervenciones han calcinado 244 hectáreas de terreno forestal en la provincia. Los datos son ligeramente superiores a la progresión que siguieron el año pasado, cuando hubo un total de 90 actuaciones por parte de Infoca, con 276 hectáreas engullidas por las llamas.

Sin embargo, el contexto este año es muy diferente, por lo que los resultados finales de la provincia, aunque puedan ser algo superiores al final de la temporada, serían positivos siempre y cuando se mantenga la progresión. Fuegos como el de hace dos semanas en La Granada de Riotinto (Huelva), en el que ardieron 3.852 hectáreas, superan ya ampliamente a las 3.634 hectáreas que ardieron en Andalucía en todo el año pasado. La provincia onubense ha sido la más perjudicada hasta momento, al ver también el pasado junio como más de 8.000 hectáreas se quemaban a consecuencia del gran fuego que afectó al Parque Natural de Doñana.

Málaga, por el contrario, ha pasado desapercibida en las alertas más importantes. Ello, a pesar de que el actual periodo estival es uno de los más secos de la última década. Esa situación, unido a las lluvias que cayeron en la provincia el pasado mayo, preocupaba al Centro Operativo Provincial y a la delegación del Gobierno andaluz, que alertaron al principio de la campaña del Plan Infoca en junio de que el pasto que creció a consecuencia de esas precipitaciones podría favorecer la propagación de eventuales incendios.

La sequía no está suponiendo por el momento un problema en el ámbito de los incendios, pese a que la falta de lluvias amenace con posibles restricciones de agua y obligue hasta 14 municipios del norte de Málaga a pedir el trasvase de agua desde el pantano cordobés de Iznájar. Y no está siendo un problema para la proliferación de fuegos en parte debido al verano tan benévolo que está atravesando la provincia.

El actual periodo estival es el menos caluroso en la serie histórica desde el año 2005, situación que ha roto la tendencia habitual de temperaturas ascendentes con respecto a los veranos precedentes, en consonancia con el resto del planeta debido a los efectos del cambio climático. Pero este verano esa cadena se rompió, y los valores medios en los meses más secos del año (julio y agosto) han estado por debajo de la media, circunstancia que ha ayudado a la escasa propagación de los focos que aparecieron durante esos meses.

En el resto de Andalucía, calor sobre calor, especialmente en las provincias más afectadas por los incendios. Las alertas por calor han sido constantes en Huelva, y la Consejería de Salud siguió durante los meses más duros a más de 1.000 personas en la provincia más castigada por las llamas. Sevilla vivió un agosto 1,2 grados por encima de la media y Córdoba atravesó el verano más caluroso de su historia, con récord de días en los que el termómetro se ha situado por encima de los 40 grados.

Estos factores, y la suerte, han influido en que por el momento Málaga no haya corrido la misma suerte que sus provincias vecinas. El 96% de los incendios en la provincia el año pasado fueron causados por negligencias por lo que la precaución continúa siendo el factor clave para evitar desastres.

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