A falta de completar la red de carriles bici proyectada en Málaga, lastrada por el incumplimiento de la Junta de Andalucía de ejecutar los 50 kilómetros de carriles bici a los que se comprometió hace ahora cuatro años, el Ayuntamiento de la ciudad busca ampliar la red disponible para los ciclistas convirtiendo las zonas 30 en vías ciclables.

Así lo anunció este miércoles la concejala de Movilidad, Elvira Maeso, quien informó del inicio de la señalización de las calles incluidas en la Zona 30 de La Malagueta, en el distrito Centro. La misma consistirá en la implantación de la marca vial de la bicicleta en los accesos a la zona. Una medida que se quiere ampliar a diez Zonas 30 ya existentes y localizadas en el Ensanche y La Malagueta; en El Palo (Este); en Huerta Nueva (Ciudad Jardín); en La Palma, 26 de febrero y 720 Viviendas (Palma-Palmilla); en Haza Cuevas (Cruz de Humilladero); El Torcal (Carretera de Cádiz), y en Las Morillas (Teatinos-Universidad).

La red ciclista en la ciudad dispone en la actualidad de 44,02 kilómetros

La red ciclista en la ciudad dispone en la actualidad de 44,02 kilómetros. Con el refuerzo ahora previsto, las vías ciclables se incrementarán en 17,5 kilómetros y se llegará a 61,52. Además, en la urbe existen 60 kilómetros de vías con limitación a 30 kilómetros/hora, que permiten un uso seguro de la bicicleta en calles de tráfico lento, lo que sumado a lo anterior da un total de más de 121 kilómetros de vías ciclables en la ciudad. Maeso puso en valor que con esta actuación el Ayuntamiento continúa su apuesta por el uso de bicicletas, atendiendo la demanda de la ciudadanía.

Las Zonas 30 son entornos amables y tranquilos que confieren mayor seguridad a los peatones y ciclistas. A los espacios ya delimitados, se quieren sumar en los próximos años otras áreas, caso de Zona Perchel Sur; La Araña; Jardín de Málaga; Haza del Campillo; las 503 Viviendas, e Intelhorce;La Princesa; San Julián; Jumillanos;Puertosol, Colonia de Santa Inés y Torre Atalaya. Una Zona 30 está específicamente señalada y delimitada para su conocimiento tanto por parte del viandante como de los conductores. La velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros/hora. La acera y la calzada están situadas a distinto nivel para dar mayor protección al peatón.