política Comienza la carrera para las elecciones autonómicas

Málaga se convierte en la casilla de salida en la batalla de las andaluzas

  • El PP celebra en la capital de la Costa del Sol su convención regional, en la que hoy rompe su silencio Mariano Rajoy · Rubalcaba coincide en la ciudad con el presidente del Gobierno y el lunes, Chacón

Málaga vuelve a ser casilla de salida del PP y el PSOE en el inicio de los movimientos en la batalla por el gobierno de la Junta de Andalucía. Mientras los populares reúnen desde ayer en la capital de la Costa del Sol a sus grandes líderes, con Javier Arenas y Mariano Rajoy como exponentes, los socialistas traen al feudo malagueño la contienda interna que Alfredo Pérez Rubalcaba (hoy en la ciudad) y Carmen Chacón mantienen por dirigir los designios de la organización en los próximos años. Una confrontación marcada por el peso orgánico del PSOE andaluz y por la trascendencia que para el futuro de la formación tiene mantener el poder en Andalucía.

Como ya hiciera en las semanas previas al inicio de la campaña de las pasadas elecciones nacionales, el PP hace de Málaga la base desde la que asentar el mensaje con el que impulsarse como la fuerza del cambio. Desde ayer y hasta mañana celebra en el Palacio de Ferias y Congresos su convención regional, centrada en el empleo y las pequeñas y medianas empresas. El cónclave vive hoy su día grande, con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que tras semanas de silencio vuelve a protagonizar un acto público. A la espera de reconocer los ecos de la voz del dirigente nacional, ayer tomaron la palabra dos de sus lugartenientes, Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda; y Javier Arenas, candidato a la Junta y máximo dirigente andaluz del PP.

El primero, acompañado por el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, y por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la convención. Montoro informó de la decisión del Gobierno de aplazar en diez años las devoluciones que las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen que hacer al Estado por los anticipos a cuenta, medida con la que "favorecer" su liquidez.

Su mensaje estuvo marcado por el intento de tranquilizar a los españoles ante los tiempos que se avecinan. "Cuando termine esta legislatura habrá vuelto el crecimiento y la creación de empleo, cada uno de nosotros pagaremos menos impuestos y las cuentas públicas estarán equilibradas", manifestó. Pero no eludió continuas cargas de profundidad hacia la gestión del anterior Gobierno del PSOE, afirmando que su herencia es un país "en recesión". "Es imposible que el PSOE gobierne con cuentas claras, no entienden lo que es la transparencia", espetó.

Arenas, que a mediodía visitó el Palacio de Ferias, subrayó la apuesta de su formación por una campaña llena de propuestas, aunque no perdió ocasión para criticar con dureza, apuntando directamente a José Antonio Griñán, a la Junta por el asunto de los ERE. El dirigente popular destacó la importancia de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos como "grandes claves para conquistar el futuro" y subrayó la necesidad de propiciar un cambio el 25 de marzo. "Un cambio a mejor, que sólo está en contra de 30 años de gobierno del mismo partido; en contra de un 30% de paro y en contra de los abusos cometidos por aquellos que han llegado a pensar que el poder en Andalucía es de su propiedad". Frente a ese modelo, defendió su idea de crear un gobierno "para todos y que el diálogo sustituya al rodillo".

Lo que no hizo fue aclarar si subirá o no los impuestos. Preguntado, lo dejó en duda: "La sociedad no está pidiendo un sacrificio a todos, menos a los parados y a los pensionistas; el mayor recorte social que existe es el paro, a partir de ahí vamos a mantener nuestros compromisos en nuestro programa".

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