Málaga

Málaga tiene un déficit de más de mil fisioterapeutas en la sanidad pública

  • El Colegio urge a la incorporación de por lo menos unos 300 profesionales para atender la demanda

  • Argumenta que ahorrarían gastos al sistema sanitario y sufrimiento a los pacientes

Campaña de los fisioterapeutas.

El sistema sanitario público garantiza un trasplante de corazón a un paciente que lo necesite, pero no el masaje de un fisioterapeuta para tratar un simple dolor de cuello por un problema cervical. La razón de esta paradoja es la falta de profesionales en la sanidad pública. La provincia de Málaga tiene un déficit de más de mil fisioterapeutas, unas carencias que se repiten en Andalucía y España. Además, el modelo de derivación provoca demoras que con frecuencia superan el año desde que el médico de cabecera atiende a un paciente hasta que llega a un fisio.

Un fisioterapeuta trata a una paciente en un centro privado. Un fisioterapeuta trata a una paciente en un centro privado.

Un fisioterapeuta trata a una paciente en un centro privado. / Javier Albiñana

La Organización Mundial de la Salud (OMS)recomienda que haya uno de estos profesionales por cada 1.000 habitantes. En Málaga –con una población de 1.641.000 personas– debería haber por lo tanto 1.641 fisioterapeutas. Sin embargo, de los 1.400 que existen en la provincia, solo 150 están en la pública. El grueso de estos sanitarios –unos 1.250– trabajan en el sector privado. “La sanidad pública apenas cubre el 10% de la demanda. El 90% lo atiende el sector privado. Hay una desproporción brutal”, denuncia el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, Juan Manuel Nieblas.

El Colegio demanda que el médico de cabecera pueda derivar directamente al fisio

En España, la ratio actual es de 0,1 fisioterapeutas por habitante. En Andalucía y en Málaga es de 0,08. “En Málaga estamos a la cola de Europa y de España”, resume el presidente de la entidad.

El problema es que no todos los pacientes pueden costearse sesiones que oscilan entre 30 y 40 euros. Nieblas pone el ejemplo de un jubilado con un ictus y una pensión de mil euros. Un caso así necesita fisioterapia tres días a la semana durante cinco meses. Concluía que si no lo trata la sanidad pública, no puede costearlo de su bolsillo. Pero además de los enfermos con ictus están los afectados por procesos oncológicos, dolor crónico, patologías neurodegenerativas y, ahora, el Covid. Demasiados pacientes para tan pocos fisioterapeutas en el sistema público.

Nieblas estima que, como poco y con urgencia, deberían incorporarse unos 300 profesionales más en la provincia para cubrir un déficit contra el que sindicatos y el Colegio profesional llevan clamando más de dos décadas. En 2018, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contrató a 69 fisioterapeutas en toda la comunidad autónoma. Para 2021, la previsión es que se incorporen otros 65. “Cantidades absolutamente insuficientes”, dice.

Critican el “abandono” de gran parte de los pacientes crónicos debido al coronavirus

Pero la falta de profesionales no es la única queja de los profesionales. También el modelo de derivación es cuestionado. En Andalucía, ante dolencias que precisen de un fisioterapeuta, el facultativo de cabecera deriva al traumatólogo o al médico rehabilitador. Estos luego son los que determinan si el caso debe pasar al fisio.

Desde que el paciente acude a su centro de salud con un problema susceptible de tratamiento de fisioterapia hasta que lo recibe tarda meses e incluso, con bastante frecuencia, más de un año, según denuncia el Colegio. “Si una persona con un ictus tarda cuatro meses en acceder al fisio, llega con unas secuelas terribles”, apunta el presidente de la institución profesional.

Un profesional con una paciente. Un profesional con una paciente.

Un profesional con una paciente. / Javier Albiñana

Por eso, desde el colectivo se aboga por un cambio del modelo de derivación. Es decir, que el médico de cabecera pueda remitir directamente al fisio. “Como ocurre en Alemania, Finlandia y el resto de Europa”, exige Nieblas. Insiste que así el sistema sanitario público se ahorraría derivaciones, citas con los especialistas (el traumatólogo y el rehabilitador), pruebas diagnósticas, fármacos contra el dolor y muchas discapacidades derivadas de la falta de fisioterapia o del acceso tardío a estos tratamientos.

“Un cambio hacia ese modelo ahorraría dinero al sistema y mucho sufrimiento a los pacientes”, advierte. Como ejemplo de la utilidad de la atención precoz del fisio pone el trabajo realizado en las UCI con los pacientes con coronavirus. En este caso sí se han incorporado a los equipos de Cuidados Intensivos para acelerar la recuperación de estos enfermos y liberar camas con más agilidad.

Nieblas alerta que debido a ahora los fisios de la sanidad pública deben tratar también a los afectados por el Covid y sus secuelas y espaciar las citas del resto de los enfermos, se está dejando de atender a muchos pacientes crónicos con otras dolencias. Estima que en la actualidad asisten sólo a un tercio de la demanda habitual de patologías no Covid. Los otros dos tercios engrosan listas de espera que “se eternizan” sin asistencia.

“Se está abandonando a los crónicos. Son personas muy frágiles que pueden caer en la discapacidad”, advierte. Y concluye que pese a que la salud es un derecho “universal y gratuito”, la atención del fisioterapeuta, igual que la del dentista, no está garantizada en el sistema público.

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