Málaga lidera la recuperación andaluza y avanza por encima de la media del conjunto del país, pero está aún lejos de recuperar el nivel de 2019. Ese puede ser el resumen de un año 2021 marcado por las sucesivas (y a veces inesperadas) olas del coronavirus, con el que la economía ha sabido convivir mucho mejor que en 2020. Algunos segmentos, como la compraventa de viviendas y las exportaciones, han registrado cifras de récord o no vistas en más de una década; y otros, como el turismo, la hostelería y el comercio, han vivido en una permanente incertidumbre, lejos aún de 2019, aunque con tendencia a la mejoría a medida que avanzaba el año. También ha sido el año en el que la capital Malagueña ha explotado como foco de atractivo para grandes tecnológicas como Google, Vodafone y Dekra.

El PIB malagueño en 2021

Las previsiones para 2021 del Colegio de Economistas de Málaga y de Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios de Unicaja Banco, son optimistas. El primero prevé un alza del 6,2% para este año y el segundo de un 6,9%, bastante por encima del 6,2% que estima para Andalucía. Probablemente estas cifras sean demasiado altas porque el fuerte repunte de la energía y de la inflación en general y los problemas de suministros están obligando a los institutos económicos a revisar sus proyecciones a nivel nacional y eso se trasladará a regiones y provincias. En cualquier caso, Málaga podrá resistir mejor porque el sector más afectado, la industria, tiene un peso relativamente menor.

Eso sí, todavía habrá que esperar para recuperar el PIB de 2019, ya que en 2020 la caída fue del 13,8% (frente al 10,3% andaluz y el 10,8% nacional) una de las mayores de España por el peso aquí del turismo, y especialmente del turismo internacional.

El turismo, aún lejos de 2019

La nota global del año no es buena, sobre todo porque los primeros cinco meses del año (sobre todo el primer trimestre) fueron realmente malos. Después el turismo nacional en verano y el internacional a partir de octubre acercaron la recuperación a un 70% de las cifras de 2019. Ómicron supuso un parón en esta evolución, sobre todo en las fiestas navideñas.

En el conjunto del año, hasta el tercer trimestre (faltan los datos del cuarto), a Málaga habían llegado 3,9 millones de turistas, cifra que es menos de la mitad de los 8,3 que había hasta esa fecha en 2019, año en el que se batió el récord a final de año con 10,2 millones. La fotografía es diferente, de todas formas, según los trimestres. En el primero de 2021 visitaron la provincia 280.000 turistas, una cifra ridícula compara con los 1,7 millones de 2019. Sin embargo, en el tercero llegaron 2,6 millones, el 68% de los 3,5 millones de 2019. Ello se debió, sobre todo, al turismo nacional, el 60% del total cuando en 2019 había sido el 40%.

La compraventa de viviendas, disparada

Según la estadística del Ministerio de Fomento, en la provincia se han registrado hasta el tercer trimestre 25.950 operaciones de compraventa de viviendas, la cifra más alta desde 2006. Ello indica que el sector inmobiliario malagueño está en plena forma, aunque en esta abultada cifra influye también que mucha gente que tenía previsto comprar en 2020 retrasó su intención hasta 2021, a la espera de que se despejara el panorama económico.

2021 es el año, también, de la fuerte recuperación de la compra de vivienda nueva, 4.591 hasta el tercer trimestre, más del doble que en 2019 y la mayor cota desde 2010. El cliente extranjero, por otro lado, vuelve a poner la mirada en el mercado malagueño, y ya no solo busca segunda residencia sino un lugar para vivir (y teletrabajar en su caso) más de seis meses. El creciente atractivo de Málaga y la búsqueda por la pandemia de viviendas con más superficie ha presionado al alza los precios. Baste un dato: el valor medio de un inmueble pasa de 234.000 euros en el tercer trimestre de 2019 a 286.000 en el mismo periodo de 2021.

La capital, foco de atracción de grandes tecnológicas

El tamaño medio de la ciudad, el clima, la apuesta por la 'smart city' y el asequible sueldo del personal cualificado han atraído a grandes tecnológicas a Málaga en 2021. A comienzos de año Google anunciaba que levantará un centro de ciberseguridad en el puerto de la mano de la 'startup' malagueña VirusTotal. También Dekra -ya instalada aquí- hacía pública su intención de abrir un centro de tecnologías de la información y en mayo Vodafone situaba también en la capital su centro de innovación para el sur de Europa.

Antiguo Gobierno Militar de Málaga, en el Paseo de la Farola, donde Google instalará su centro de excelencia en ciberseguridad

A todo ello se le añade el goteo de anuncios de empresas más pequeñas, las solicitudes para instalarse en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) -había 30 a fecha de junio- e iniciativas como la de Telefónica para formar perfiles digitales en el edificio Tabacalera.

La facturación del campo se mantiene en 2021

El campo malagueño resistió en 2021 tras las caídas de facturación en la rama agraria del 7,3% en 2019 y del 17,7% en 2020. El año pasado registró una leve subida del 1,18%, hasta los 682 millones, según los datos de Asaja Málaga, gracias sobre todo a los buenos precios del aceite de oliva.

El gran problema de este sector -que afecta, sobre todo, a los frutos tropicales- es la sequía. Ante la falta de lluvias, a fecha de octubre había ya cinco comunidades de regantes de la Axarquía con cortes de agua y el pantano de la Viñuela, que abastece a la agricultura en esta zona, se encuentra en un 16,7% de capacidad, una situación límite a pesar de las últimas lluvias. La situación se produce en un contexto de crecimiento de la superficie destinada a subtropicales (un 11% en la última campaña), que es un cultivo demandante de agua.

Las exportaciones, en cifras de récord

Pese a la sequía y a unos años no muy buenos, el campo malagueño se ha consolidado en los últimos años como una fuente de riqueza y se une al turismo y al inmobiliario (junto al creciente foco tecnológico) como sector clave de la economía. Así lo demuestran los 1.144 millones de euros exportados entre enero y octubre, un 2,31% más que en el mismo periodo de 2021. El sector alimentario supone el 55% del total de exportaciones de Málaga, 2.071 millones en total hasta octubre, un 7,7% más que el año anterior. A ello se le suma la leve subida en 2020 (a diferencia de otras provincias exportadoras como Huelva, Cádiz y Sevilla), lo que sitúa a Málaga en cifras de récord en cuanto a ventas exteriores.

El segundo capítulo exportador, a mucha distancia, es el los bienes de equipo, cuya factura exportadora se eleva un 50%, hasta 302 millones. Aquí se observa, de alguna forma, la mayor pujanza tecnológica de Málaga, con aparatos de precisión (159 millones), aparatos eléctricos (92 millones) y equipos de oficinas y telecomunicaciones (62 millones) como principales subcapítulos, los tres en franco crecimiento. El tercer capítulo es el de manufacturas de consumo, con 202 millones de euros y una caída del 8,6%, con el textil como principal actividad, con 154,3 millones

La amenaza de la inflación

Málaga afronta 2022 en un contexto de recuperación sólida del empleo. El ritmo de crecimiento de los afiliados a la Seguridad Social (6,9%) es el mayor de España y el paro baja un 22,8% en un año. En este contexto, se cierne amenazante la inflación, del 5,6% en noviembre, una décima por encima de España. En diciembre, el Instituto Nacional de Estadística ya avanzaba un Índice de Precios de Consumo (IPC) del 6,7% interanual a nivel nacional y previsiblemente Málaga estará por encima, porque normalmente la subida de precios afecta más a los territorios que se recuperan a más ritmo.

Eso se produce en un contexto en el que el salario medio equivalente a un año completo (22.700 euros a fecha de 2019) es inferior en 2.500 euros a la media nacional y en que Málaga es la sexta provincia de España en la que más años de salario bruto hacen falta para comprar una vivienda, 7,4. A ello se le añade que el aumento salarial pactado en convenio es del 1,05% de media, por debajo de Andalucía (1,87%) y España (1,49%). Está claro que Málaga crece con fuerza, pero queda mucho para llegar a 2019 y hay nubes que pueden ensombrecer el despegue.