Málaga

Málaga entrará en máxima alerta por la falta de agua la semana que viene

  • El comité de sequía de Emasa propondrá esta medida para afrontar posibles restricciones de agua a partir de enero ya que las reservas disponibles no durarán más de seis meses

A menos que llueva mucho en los próximos meses, la capital malagueña sufrirá restricciones de agua a partir de principios del próximo año. Las reservas hídricas disponibles no durarán más de seis meses y el comité de sequía de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) propondrá la semana que viene decretar el nivel máximo de alerta ante la falta de lluvias que arrastra la ciudad desde hace cuatro años.

Hasta ahora la capital se encontraba en el llamado nivel de emergencia, según el Plan de Emergencia ante la Situación Excepcional de Sequía (PAES) que el Ayuntamiento de Málaga elaboró en 2005 al comienzo de la sequía, al disponer recursos hídricos suficientes para abastecer a la población de la ciudad durante unos diez meses.

Pero la ausencia de precipitaciones durante la primavera y el aumento del consumo durante el verano por la llegada masiva de turistas han mermado aún más si cabe las reservas almacenadas de los tres pantanos del Guadalhorce que abastecen a Málaga capital.

Con los escasos 55 hectómetros cúbicos que almacenan estos embalses el abastecimiento sólo está garantizado hasta marzo o abril. Ante esta situación el gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, adelantó a este periódico que el comité de sequía de la empresa municipal se reunirá la semana que viene para proponer pasar al nivel máximo de alerta o extraordinario contemplado en el PAES y que establece restricciones de agua a la población cuando las reservas hídricas disponibles sólo permiten garantizar el abastecimiento para seis meses.

Si no llueve lo suficiente de aquí a noviembre los técnicos empezarán a planificar las medidas de emergencia necesarias para afrontar esta preocupante situación una vez que la propuesta de Emasa sea ratificada por el comité de coordinación del Ayuntamiento, en el que están representadas todas las áreas y servicios municipales y que se reunirá previsiblemente en las próximas semanas.

Según el gerente de la empresa municipal de aguas, la situación por la que atraviesa la capital malagueña es crítica y "no queremos esperar más para empezar a valorar las posibles soluciones técnicas que se tendrán que poner en marcha a principios de año si no llueve en los próximos meses".

La reducción de la presión del suministro de caudal de abastecimiento durante ocho horas diarias o el corte total del mismo son algunas de las medidas que contempla el plan de emergencia para el nivel extraordinario en el que la capital está a punto de entrar.

También Emasa podría obligar a los centros y edificios públicos, colegios e instalaciones deportivas a reducir el consumo en un 15% con relación al gasto medio diario del periodo equivalente al año anterior mediante el corte del suministro entre las 16:00 de la tarde y las 8:00 de la mañana del día siguiente.

Si se supera el consumo, estos centros tendrán que pagar además un recargo de un 10% sobre la facturación, mientras que en el caso del resto de usuarios el incremento será del 5%.

Las comunidades de vecinos también estarán obligadas a reducir el volumen de agua utilizable en los aljibes mediante la colocación de sondas o flotadores para que el volumen por vivienda no supere los cien litros diarios.

La Cuenca Mediterránea Andaluza también admitió la posibilidad de que en los próximos meses haya que aplicar restricciones en el consumo de agua en Málaga capital y los seis municipios de la comarca del Guadalhorce más afectados por la sequía.

Si el comité de coordinación del Ayuntamiento de Málaga aprueba finalmente esta medida sería el primero en restringir el abastecimiento para hacer frente a la escasez de recursos hídricos.

El plan de emergencia contra la sequía de Málaga que Emasa está aplicando para hacer frente a esta situación nunca llegó a ser aprobado por la Cuenca Mediterránea Andaluza a pesar de que el decreto de sequía, que entró en vigor en noviembre de 2005, obligaba a todos los municipios malagueños afectados por la sequía a ponerlo en marcha en el plazo de tres meses. En él también se incluía la posibilidad de traer agua en barco en caso de que fuera necesario.

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