Infraestructuras

El alcalde de Málaga rebaja ahora su exigencia de llevar el Metro a la Marina y el PTA

  • Habla del cansancio de la ciudad por las obras del suburbano para defender soluciones "rápidas", que no pasan por nuevos tramos

Vista del lateral norte de la Alameda, donde se acomete la obra del Metro.

Vista del lateral norte de la Alameda, donde se acomete la obra del Metro. / Javier Albiñana

Lo que antaño era asunto de preocupación y exigencia en el despacho del alcalde, Francisco de la Torre, ahora deja de ser objeto de atención inmediata. Hace un año casi justo aprovechaba para subrayar la inutilidad de llevar el Metro en superficie hasta el Hospital Civil y emplazaba a la entonces presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a utilizar los 41 millones comprometidos a esta causa a dos ramales alternativos: la extensión al PTA y la prolongación del túnel del suburbano hasta la Plaza de la Marina.

Un año después, ambas necesidades pasan a un segundo plano. La relajación del dirigente local viene a coincidir con el resultado de las elecciones autonómicas del 2 de diciembre pasado y con la posibilidad cierta de que el sillón de Díaz pase a ser ocupado como Juan Manuel Moreno Bonilla, para más señas presidente andaluz del mismo partido que De la Torre.

Aunque el regidor insiste en que va a mantener el discurso de los últimos años, lo que ahora expresa dista de ello. De la Torre opta en el momento presente por hablar de terminar las obras en marcha, hito que en el mejor de los casos no ocurrirá hasta finales de 2020 (a dos años vista) y dejar para después, una vez se compruebe el resultado de llegar al Centro, cualquier pretensión de ampliar la red del ferrocarril urbano. "Hay tiempo para reflexionar en la siguiente acción", ha señalado.

Hasta llegar a ese momento, excluye de su discurso demandar al nuevo Ejecutivo andaluz (presumiblemente con el PP a la cabeza) la acometida de nuevas intervenciones, ya sea el trazado soterrado a la zona norte o a la Marina, y se decanta por buscar fórmulas mediante las que potenciar la "coordinación" entre el Metro y la EMT con el objetivo de sumar nuevos pasajeros al suburbano. Tampoco habla a las claras de poner en marcha el tranvía al PTA, rebajando la propuesta a una lanzadera que permita unir con buses la última parada del Metro en la Universidad con el parque tecnológico.

En suma, ha defendido "fórmulas rápidas que no compliquen la vida más a la ciudad, que está un poco, para mí, cansada de esas obras, que han afectado mucho". "¿Vamos a decirle ahora a los malagueños que el dinero que vamos a gastar en poner La Alameda bien, el lateral norte, ahora lo vamos a abrir?", se ha preguntado, recordando la necesidad actual de terminar las obras de reurbanización de la Alameda Principal.

De acuerdo con los datos manejados por el regidor, el simple hecho de que los trenes puedan llegar desde el intercambiador de Renfe hasta la futura estación de Atarazanas, en mitad de la Alameda (la apertura de la estación Guadalmedina se fija para la abril o mayo de 2021) debe ser suficiente para alcanzar los 20 millones de pasajeros, casi el mismo número que la concesionaria entiende como necesaria para garantizar la viabilidad económica-financiera del proyecto. Conforme a la tesis del alcalde, los 2,5 millones de viajeros que, según la Junta debe sumar el ramal a ras de calle hasta el Civil, no son necesarios.

Para De la Torre, lo que debe ser objeto de atención del futuro Ejecutivo es "terminar el tramo que lleva tantos años parados y que está arrancando, pero con lentitud", ha dicho en relación al Renfe-Guadalmedina, a lo que añade la necesidad de "recuperar el retraso en la parte que se está haciendo ahora bajo el río y la Alameda". "Hace falta una recuperación de ese entorno que está afectado por las obras y recuperar la normalidad", ha insistido, destacando la "ineficacia grandísima" del aún Gobierno en funciones.

El mandatario popular considera que es éste el esquema a seguir, dejando tiempo "para reflexionar en la siguiente acción". A esto, ha añadido la necesidad de estar pendiente a ver qué ocurre con el planteamiento de otras ciudades, caso de Sevilla, donde se viene manejando la posibilidad de que haya "ayuda del Gobierno central para hacer una nueva línea", y así ver "qué formulas puede haber para, en su caso y en su momento", desarrollar el suburbano ligado al hospital nuevo al Civil "y plantear la línea hacia el norte en términos de Metro y no de tranvía".

Incluso, habla de "recuperar el espíritu del convenio de 2003", que recoge la prolongación al PTA y la línea a La Malagueta, a pesar de lo cual reconoce que este avance "tiene su complicación" por la zona del aparcamiento de la Plaza de la Marina. Cabe recordar que una de las principales exigencias introducidas por el Ayuntamiento en el proyecto de construcción del tramo del Metro en la Alameda fue la necesidad de hacer más profundos los muros pantalla con el fin de, llegado el momento, mantener abierta la puerta a la futura llegada del tren de Cercanías hasta La Marina. Una iniciativa que sigue sin formar parte de los planteamientos de la Administración central, que es la que tendría que asumir, llegado el caso, esa obra.

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