Nunca antes agosto, el mes por antonomasia más turístico en la Costa del Sol y el de mayor consumo de agua, había empezado con la garantía de disponer de tantos recursos hídricos embalsados. En el ecuador del verano, los siete pantanos de la provincia de Málaga acumulan un volumen histórico en esta época del año y entre todos almacenan casi 574 hectómetros cúbicos. Es decir, se encuentran al 87% de su capacidad total en pleno periodo de más calor y de gasto más desorbitado.

Es algo inédito, según los datos facilitados a este periódico por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, pero lo es más aún el hecho de que nunca dos pantanos habían estado al cien por cien de su capacidad total a comienzos del mes de agosto y otros por encima del 90%, un dato más que significativo si se tiene en cuenta que en esta época el consumo se duplica, e incluso se triplica, por la llegada masiva de turistas y el riego que se concede a los cultivos de la provincia.

Los embalses del Guadalteba y el Guadalhorce siguen estando a tope a pesar de estar a estas alturas del verano y a pesar de que durante el pasado otoño, invierno y primavera fueron los pantanos de los que más agua hubo que desembalsar para evitar que se desbordaran por las intensas lluvias caídas en la zona.

Solamente entre los dos almacenan a día de hoy 279 hectómetros cúbicos, una cantidad equivalente a la que por ejemplo había almacenada en agosto del año 2000 en todos los pantanos malagueños y mucho más de todas las reservas hídricas disponibles en los meses de agosto de 2002, 2003, 2005, 2006, 2007 y 2008. En ese último, sin ir más lejos, se batió el récord justo contrario porque la provincia apenas disponía de 133 hectómetros cúbicos en los embalses por la grave sequía que arrastraba desde hacía unos años antes.

Este año, después de tres inviernos consecutivos especialmente lluviosos, la situación poco tiene que ver con aquellos dramáticos momentos. El Conde del Guadalhorce también se encuentra casi al límite, por encima del 92% de su capacidad, al igual que La Viñuela-el más grande de toda la provincia- que dispone de 150 hectómetros en la actualidad.

Los otros tres pantanos no se quedan atrás y tanto La Concepción como Casasola tienen agua almacenada por encima del 80% de su capacidad. Únicamente el Limonero, cuya función principal es la de salvar a Málaga capital frente a posibles inundaciones provocadas por el río Guadalmedina, se encuentra en un nivel más bajo aunque poco importa puesto que el agua que almacena no se destina al abastecimiento de la población.

Los 577 hectómetros cúbicos con los que este año ha empezado el mes de agosto distan significativamente de los 426,7 hectómetros cúbicos que había a fecha de 1 de agosto del año pasado. El único año que se asemeja al actual es 2011, que hasta ahora ostentaba el récord de más agua embalsada en pleno verano. Justo por detrás, en tercera posición, están los 554,7 hectómetros cúbicos de agosto de 2010.

La situación actual no es de extrañar si el verano ya comenzó el pasado 21 de junio con un volumen histórico de reservas hídricas en los pantanos malagueños. Entre todos, acumulaban hace poco más de un mes y medio casi 610 hectómetros cúbicos, lo cual implica que estaban prácticamente al cien por cien de su capacidad con el inicio de la temporada turística a las puertas.

La provincia afrontaba el inicio de la época estival con la mayor cantidad de agua embalsada de su historia y eso a pesar de que este año se ha batido también récord de agua desembalsada para evitar que los pantanos se desbordaran ante las lluvias tan copiosas del pasado invierno. Según los datos de la propia Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, desde que comenzó el actual año hidrológico el pasado 1 de octubre hasta día de hoy los pantanos han soltado alrededor de 450 hectómetros cúbicos de agua, es decir, cinco veces más de lo que consume toda la provincia de Málaga en un año.