-¿Cuál es la implantación de Caja Mediterráneo (CAM) en Málaga?

-Tenemos 32 oficinas en Málaga y 103 en Andalucía. Nos queda pendiente por abrir algunas más, por lo que esperamos alcanzar las 35 en el año 2009, pero ya estamos en la cola del plan de expansión que iniciamos en 2003 en toda España. Nuestra plantilla en Málaga es actualmente de 120 personas

-¿Cuántos clientes tienen y cuál es su volumen de negocio?

-Tenemos 13.062 clientes en Málaga y un volumen de negocio de 1.400 millones de euros, lo que es en torno a un tercio del total andaluz. Está repartida a partes iguales entre particulares y empresas.

-¿Qué previsiones tienen?

-La tesitura económica es algo diferente a la de años anteriores, sobre todo influenciado por el actual comportamiento del negocio inmobiliario que es lo que nos había servido para aterrizar en Málaga. El sector está en clara ralentización, pero nosotros seguimos apoyándolo y cerrando las operaciones que tenemos en vigor.

-Las promotoras afirman que cada vez es más difícil conseguir un crédito.

-Las entidades financieras no estamos negando las operaciones, sino que el propio sector inmobiliario es el que está demandando menos operaciones que antes por la situación de mercado y la demanda actual de vivienda. Los promotores ya no nos piden grandes financiaciones de suelo ni de operaciones inmobiliarias porque ellos mismos no las están acometiendo.

-¿Cree que el sector inmobiliario aún tiene recorrido en Málaga?

-Sí. Hay una demanda latente que ahora está a la espera de cómo evolucionan los tipos de interés y los precios. Es verdad que el mercado es implacable y tiene que haber un ajuste entre la oferta y la demanda, y con el rebufo de los últimos años hay una mayor oferta. Espero que el sector inmobiliario vuelva a estar en punta de lanza, aunque quizás no con el crecimiento tan fuerte de los últimos años. Seguirá siendo un motor para la economía de Málaga.

-La estrategia de los bancos y cajas parece que gira ahora en torno a la captación de depósitos.

-Sí, nuestra perspectiva ahora en Málaga y todos sitios es ir mucho más a lo que es el negocio de banca de particulares con la captación de recursos y vinculación de productos que implica. Aunque también iremos a por las pequeñas y medianas empresas.

-Le veo muy cauto en sus previsiones.

-No, pero es verdad que las cifras importantes que ha movido el sector inmobiliario en años anteriores y que nos han llevado a todas las entidades a tener crecimientos fuertes, este año no van a existir. Ésa es la realidad. Ahora queremos cambiar el peso del sector inmobiliario por un mayor negocio de banca de clientes. No obstante, creemos que vamos a tener un buen ejercicio este año.

-¿Cómo va a ser el cambio en el peso del negocio en Málaga?

-El sector inmobiliario, incluyendo la promoción y las hipotecas, han representado hasta ahora el 65 por ciento y pensamos que esto va a cambiar. Podría quedarse en el 50 por ciento.

-¿Cuál es ahora el principal atractivo de Málaga para una entidad financiera como la CAM?

-En nuestro caso el interés de Málaga es implicarnos mucho más de lo que estamos en el tejido económico y social de la provincia. Creo que Málaga tiene muchísimos atractivos, no sólo el sector inmobiliario. Hay muchas otras cosas.

-Muchos bancos y cajas se han decidido por Málaga en los últimos años. ¿Hay mercado para todos?

-Estamos acostumbrados a la competencia. En este sentido las entidades financieras españolas somos las más preparadas del mundo. El sistema bancario español es de los más saneados por la buena actuación de las autoridades monetarias y el Banco de España. Sí es verdad que en plazas como Málaga nos encontramos más competencia que en otras, porque tiene una riqueza económica importante, con un crecimiento del PIB por encima de la media y lógicamente aquí hay más pastel a repartir. Las entidades nos asentamos donde pensamos que tenemos más oportunidades de hacer negocio y ganar dinero.

-De las 32 oficinas que tienen en Málaga, 22 están especializadas en extranjeros.

-El peso internacional en la Costa es muy importante para nosotros, con oficinas en las que tenemos más de un 50 por ciento de clientes foráneos. Estamos muy satisfechos de este tipo de negocio y nos está reportando márgenes interesantes.

-¿Son más exigentes los extranjeros que los españoles o es sólo un mito?

-Al contrario. El cliente español está más acostumbrado a tener una oferta bancaria muy amplia por lo que el español es más exigente, para lo bueno y para lo malo. El extranjero en su país de origen suele pagar determinados servicios que en España cuesta más cobrarlos.