Viento persistente, olas de dos a tres metros en la costa malagueña, cielos parcialmente nubosos pero unas temperaturas extremadamente cálidas para noviembre. Así se ha iniciado este viernes, antesala de un fin de semana inestable en el que un nuevo frente dejará tormentas y precipitaciones localmente moderadas, aunque no se prevén cantidades significativas que requieran activar ningún aviso. 

"Estamos todavía bajo la presencia de la borrasca fría que está en el Atlántico, en el Golfo de Cádiz, y su  posición hace que envíe viento del sur, relativamente cálido en la zona, que en la costa de Málaga por su relieve se vuelve del este", explica José María Sánchez-Laulhé, director del Centro Meteorológico de Málaga.

Este viento persistente, que ha tenido rachas de 50 kilómetros por hora en el puerto de Málaga, de 56 en Fuengirola y 62 en Torrox, ha dejado también rachas de fuerza siete en el mar y ha provocado olas que han aprovechado los surferos para disfrutar de su deporte favorito. 

Aunque la situación cambiará a final de la jornada. "Se acerca por el Atlántico un frente que dejará bastantes tormentas en la provincia a partir de la tarde noche y la madrugada, con precipitaciones localmente moderadas, aunque en algunos puntos puede caer poco, y bastantes rayos", subraya Sánchez-Laulhé.  

Igualmente destaca que "no tenemos ningún tipo de aviso" ya que no se esperan las cantidades de este jueves aunque sí podría caer granizo. Por la mañana del sábado habrán desaparecido las tormentas, pero podrían repetirse algunas precipitaciones durante la mañana para abrirse grandes claros a mediodía, destaca el director del Centro Meteorológico de Málaga. 

La situación de inestabilidad irá mejorando durante la tarde hasta llegar a un domingo en el que solo se esperan nubes altas. El viento cambiará de levante a variable. 

Sánchez-Laulhé subraya que la temperatura vivida en la jornada del viernes está por encima de lo habitual, ya que se han superado los 25 grados en la capital malagueña y se han registrado 28 en Nerja. "Esto se debe en parte a los vientos del sur", apunta. "Ahora debíamos de tener unos 21 grados de máxima, mañana sábado volvemos a valores más normales, aunque las mínimas siguen relativamente altas, por encima de lo normal", concluye. 

En cuanto a las carreteras afectadas por las inundaciones en el interior de la provincia, aún permanecen cerradas al tráfico rodado la MA-6406, en Almargen; la MA-6404, en Teba, y la MA-6407, en Campillos.