Por un siniestro en 2014

Mantienen la acusación para el guardia civil implicado en accidente mortal en la A-7

  • Se ha juzgado un siniestro que ocurrió en mayo de 2014 en la carretera que une Alhaurín el Grande y Fuengirola, donde el acusado colisionó con un turismo y un ciclomotor

El acusado tras su detención por el accidente que causó en 2017.

El acusado tras su detención por el accidente que causó en 2017. / Daniel Pérez/EFE

La Fiscalía de Málaga y la acusación particular han mantenido la acusación contra el agente de la Guardia Civil implicado en el accidente ocurrido a finales de junio de 2017 en la A-7, a la altura de Torremolinos, pero en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 6 por otro siniestro ocurrido previamente, en concreto en mayo de 2014.

Esta vista oral comenzó el pasado 8 de octubre y este lunes se ha celebrado la segunda sesión en la que han comparecido varios testigos y un perito, tras lo que la Fiscalía y acusación que representa a dos víctimas han mantenido la petición de pena; mientras la defensa ha añadido como alternativa a la absolución que de condenarse se aplique la atenuante de dilaciones indebidas y eximente.

El siniestro que se ha juzgado ocurrió en mayo de 2014 en la carretera que une Alhaurín el Grande y Fuengirola, en concreto, dentro del término municipal de Mijas, por donde el acusado conducía un vehículo, colisionando con un turismo y un ciclomotor.

El accidente causó lesiones a tres personas, los conductores de ambos vehículos y un ocupante del coche, según la Fiscalía, quien señala que había "ingerido previamente tal cantidad de bebidas alcohólicas que le incapacitaba para el completo dominio de su vehículo" y, además, circulaba "a una velocidad excesiva, superior a la que debía".

El ministerio público sostiene, además, que a pesar de ser advertido por un agente del cuerpo de que no podía ausentarse del lugar hasta que se hicieran las diligencias, el acusado decidió "irse sin más, evitando y por tanto negándose a someterse a las pruebas de detección de alcohol".

La Fiscalía solicita la pena de un año y medio de prisión al acusarlo de dos delitos contra la seguridad vial, mientras que la acusación particular, en representación de dos de los perjudicados, eleva esta petición a cuatro años y medio de cárcel.

El agente manifestó en la primera sesión del juicio que fue "un simple despiste", negando que hubiera bebido o tomado drogas y que huyera del lugar tras lo sucedido. "Fue una simple distracción y nada más", declaró, asegurando que no se fue sin más sino que fue a recogerlo una persona para llevarlo a una clínica, pero informó de ello a los compañeros del cuerpo que estaban en el accidente.

Además, el acusado insistió en el juicio en que "jamás" fue requerido para hacerse la prueba de alcoholemia, que a los demás conductores sí se practicó, a pesar de estar allí "más de una hora y media"; y en que en ese momento no fue detenido ni retenido.

No obstante, algunos testigos sí aseguraron que el acusado olía a alcohol, al igual que uno de los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar, quien declaró que le informó de que tenía que esperar a que llegara otra unidad para hacer las diligencias, algo que, según dijo, el acusado "debe saber, más siendo sargento".

El procesado se encuentra actualmente en prisión por su presunta implicación en el otro siniestro ocurrido en julio de 2017, en el que fallecieron tres personas, caso que será juzgado por Penal número 10 de Málaga a partir del día 12 de diciembre de este año.

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