La Policía Nacional investiga la muerte violenta de una madre y sus dos hijos en su vivienda, situada en una última planta del número 45 de la carretera de Almería, junto al edificio Bahía, en la barriada malagueña de El Palo. Los tres cadáveres fueron encontrados por otro hijo de la fallecida con heridas por arma blanca. La principal hipótesis que los investigadores contemplan es que uno de los hermanos acabó, supuestamente, con la vida del otro, de 35 y 38 años, respectivamente, y también de su progenitora, de 57. Después, se quitó la suya, al parecer, con el mismo cuchillo con el que habría actuado, según informaron fuentes cercanas al caso. Presentaba cortes en al menos un brazo, en el abdomen y en el pecho. 

Aunque sin descartar ninguna posibilidad, ésa es la teoria con la que se trabaja a la espera de conocer los resultados de las respectivas autopsias que, previsiblemente, practicarán dos forenses a los cuerpos a partir de esta mañana en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, lo que llevará consigo un trabajo exhaustivo y laborioso.

Los investigadores tratan de esclarecer si el desencadenante de la tragedia fue una discusión familiar que tuvo lugar el día anterior. Fue en torno a las 14:30 cuando una dotación de la Policía Local que se dirigía a otro servicio tuvo conocimiento de lo sucedido. Hasta el inmueble subieron dos unidades, que comprobaron que había tres personas sangrando. Junto a la mujer estaban sentados dos perros de los que cuidaba la familia. Los agentes dieron aviso a la Sala del hallazgo. 

El 061 fue también alertado y los sanitarios se desplazaron hasta el lugar, pero según explicó un portavoz no tuvieron posibilidad de llegar a intervenir. Las víctimas, una mujer viuda y dos de sus hijos, ya habían fallecido. La Policía Nacional comunicó a los sanitarios que se haría cargo del caso la Científica. Los agentes se desplazaron al lugar para recoger muestras de la escena de los crímenes.

El ambiente que se respiraba en El Palo tras conocer la muerte de los tres vecinos era de incertidumbre, rabia e impotencia. Muchos especulaban con cuál de los tres hermanos había tenido la "sangre fría" de protagonizar los hechos. Las fuentes consultadas precisaron que el autor pudo ser el de menor edad, que tenía un cierto carácter violento y problemas económicos. 

Los residentes de la zona coincidieron en destacar que los familiares se llevaban bien, aunque tenían "sus más y sus menos". "Uno de ellos tenía dos perros iguales. Ayer -por el miércoles- lo vi paseando con normalidad. No sabemos qué ha podido pasar", se preguntaba una mujer.

 Otro de los vecinos aseguraba estar "en shock" dado que conocía a los tres hermanos. "Soy amigo de ellos. Vivían aquí desde hacía muchos años. El pequeño trabajaba en un taller y se dedicaba al aluminio. El mayor era electricista y el mediano le metía mano a todo", señaló. Fue este último al parecer el que se topó con la escena. Se contempla que había acudido a la casa para comprobar cómo estaban los ánimos después de la trifulca ocurrida el día anterior.

La responsable de una frutería manifestó que era una familia "muy buena", con la que tenía bastante relación.  La progenitora fallecida, que cuidaba de personas mayores, también era conocida en el barrio. "Hablaba mucho con ella y me decía que ya quedaba menos para que nos jubiláramos", recordaba una vecina. Otros residentes explicaron también que el padre había dejado de vivir en la vivienda y que posteriormente falleció.

Una trabajadora municipal que cuidaba a ancianos

La mujer, y madre de tres hijos, que ayer fue encontrada muerta con signos de violencia en la vivienda en que residía junto a dos de sus vástagos era una trabajadora municipal de la empresa Más cerca, encargada de la prestación de servicios personales, sociales y comunitarios, según explicaron fuentes municipales a este periódico. Ejercía desde hacía varios años como auxiliar del hogar en el centro de servicios sociales de la barriada de El Palo. Allí se ocupaba de ayudar a personas mayores dependientes. Era, precisaron las mismas fuentes consultadas, una mujer muy conocida y querida. Muchos de sus compañeros no habían tenido todavía conocimiento de lo ocurrido, pero sí la directora de la empresa, que confirmó al Ayuntamiento que la fallecida era una de sus empleadas.